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Detenido por disparar a la Facultad de Medicina

La limpiadora que encontró el proyectil en un pasillo de la Facultad de Medicina creyó que era un simple trozo de metal y lo tiró a la basura, pero luego entró en un despacho, vio un agujero redondo en un cristal y decidió avisar a la Policía Nacional.

el 15 sep 2009 / 04:48 h.

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I. Comesaña / C. Muñoz

La limpiadora que encontró el proyectil en un pasillo de la Facultad de Medicina creyó que era un simple trozo de metal y lo tiró a la basura, pero luego entró en un despacho, vio un agujero redondo en un cristal y decidió avisar a la Policía Nacional. Fue detenido un joven que aseguró que todo fue sin querer, que estaba probando un arma que se había "encontrado".

Con la resaca de la Feria que acababa de pasar, el lunes 14 de abril la limpiadora de la Facultad de Medicina miró el proyectil de muy pequeño calibre que estaba en el pasillo y lo arrojó a la basura. Si no hubiera visto el impacto de entrada en un cristal, todo podría haber quedado en nada, pero la Policía Nacional hizo un trabajo rápido: al día siguiente había identificado a un joven de 24 años, nacido en Sevilla, que había disparado desde la terraza de su casa -situada muy cerca de la facultad- dando en el cristal del departamento de Medicina Preventiva.

Al ser detenido, el joven admitió que tenía la pistola, la entregó a la Policía y dijo que ese día sólo la estaba probando. La Policía lo creyó: dado que no tiene relación con el centro universitario, y vista la trayectoria del proyectil, lo más probable es que intentara probar el arma disparando hacia el vacío, pero sin saber calcular hacia dónde se dirigiría el disparo, que hizo en plena noche, informaron fuentes policiales. "Es un hecho absolutamente fortuito", recalcaron fuentes académicas, restando importancia a un hecho que se ha convertido en la comidilla de Medicina.

Eso sí, la pistola era ilegal y el detenido, L.M.B.P., ha quedado imputado por el juez por tenencia ilícita de armas. Aunque dijo que se la había "encontrado" por casualidad, ahí los investigadores ya no lo creen, y están indagando su origen y verificando si ha sido usada con anterioridad en algún delito, algo habitual cada vez que se encuentra un arma de origen sospechoso. En el registro de su casa no se encontraron más armas, y el detenido quedó en libertad al no tener antecedentes y contar con domicilio y trabajo conocidos.

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