La presidenta del Gobierno andaluz, Susana Díaz, anunció ayer en la interparlamentaria del PSOE-A que su partido tiene que cumplir dos objetivos irrenunciables antes de llegar a octubre, cuando se disparará el debate sobre las primarias socialistas: uno, conseguir una recuperación económica justa y solidaria, y dos: ganar las elecciones europeas de finales de mayo.
Para el primer objetivo, Díaz ya trazó la semana pasada una hoja de ruta en la que sobresalía un mensaje arriesgado: es necesario rescatar el sector de la construcción, un agujero negro en la economía andaluza donde han caído más de la mitad de los 1,5 millones de parados. La Junta está dispuesta a volver a tender puentes hacia un sector demonizado desde la izquierda por la crisis, pero siempre que acepten cambiar las reglas del juego. Ayer, la Plataforma en Defensa del Sector de la Construcción, de la que forman parte sindicatos y empresarios del sector, valoraron como muy positiva la actitud de la Junta y el anuncio de la presidenta de Susana Díaz, que aboga por impulsar el sector bajo nuevos criterios de sostenibilidad y competitividad real, aunque el sector pide medidas realistas y ejecutables en la práctica, y que traduzca en licitaciones en el Boletín Oficial de la Junta. En esta mesa están presentes CCOO, UGT, Fadeco, Cámara de Contratistas, patronal cementera (AFCA), patronal de la madera, colegios profesionales, ingenieros consultores y patronal de la conservación y mantenimiento de carreteras.
El presidente de la Plataforma y presidente de la Asociación de Ingenieros Consultores de Andalucía (Asica), Ignacio Sánchez de Mora, aclaró que en el momento de conocer el anuncio efectuado por la presidenta de la Junta antes de marzo se constituirá una mesa de trabajo para elaborar una propuesta que proporcione nuevas oportunidades al sector la Plataforma se puso en contacto con Díaz para pedirle una reunión. Ésta, añadió, nos derivó a la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio. Si esa declaración de intenciones no se plasma en licitación no servirá para nada, explicó Sánchez. No obstante, el presidente de la mesa lamentó que la inversión en estudios y proyectos sigue siendo cero, y si no hay proyectos no hay obra.
Estamos a la expectativa de reunirnos con alguien de la Junta, pero advertimos de que hay que ser lo más ejecutivo posible; hay que ser menos ambiciosos pero más realistas y mas ejecutables en el ejercicio 2014, como ocurre con las obras de la depuración de aguas, afirmó Sánchez de Mora.
Menos entusiasta sobre la recuperación del ladrillo se mostró ayer el coordinador general de IU, Antonio Maíllo, al advertir que la federación de izquierdas tiene muy claro que en el modelo económico el sector de la construcción es importante, pero uno más. Las actuaciones encaminadas a la reactivación de este segmento, anunciada por Díaz, deben ir vinculadas al servicio público y social, según Maíllo. El líder de la coalición recordó que este sector no puede ser el único, ni sobre el que gire un crecimiento que sea como el de la burbuja de la década pasada.
IU defiende que cualquier reactivación del ladrillo pase por la rehabilitación de vivienda, incidiendo en que sólo el parque público andaluz, de 83.000 inmuebles, se asemeja en cantidad al de la ciudad de Granada. Las actuaciones respecto a la construcción deben estar unidas, en opinión de Maíllo, a la creación de empleo. El tejido empresarial y productivo andaluz es mantenido por las pymes, cooperativas y autónomos, y no por el Ibex 35, dijo, en referencia a los últimos convenios firmados por Susana Díaz con el presidente del Banco Santander o el de Telefónica.
