El Estadio Olímpico es hasta el domingo una fiesta en la que celebrar y disfrutar con la diversidad cultural.
¿Le apetece un chupito de bissap? Si no sabe lo que es, tampoco le costará mucho, en Diversia casi todo es gratis. Y nada mas entrar por las puertas del Estadio Olímpico dos amables senegalesas le ofrecerán esta típica bebida de color violeta hecha a base de hibiscus.
Es posible que en el primer vistazo se desanime un poco pero, lector de poca fe, dele una segunda oportunidad, ésta es la primera edición y, tras los primeros puestos, Diversia esconde mucha más actividad de la que sugieren las hieráticas azafatas de Teléfonica y La Caixa.
"Éste es un encuentro en el que esperamos recibir al inmigrante y también al sevillano", cuenta su director, David García. Por eso para los primeros hay actuaciones tan raciales como las de El Charro de Triana, Mayembe Caporal y Ngomo África y para los segundos, Chambao, Pitingo y los stands del Sevilla Fútbol Club y del Real Betis sirven como reclamo.
"Harían falta muchas más iniciativas como esta, sirve para que la gente entienda que la inmigración no solo es un tema social, también es cultura, diversión, deporte", argumenta Izán, maestro de salsa que ayer a media tarde se disponía a meter en verea a un puñado de ociosas jubiladas que vieron cómo los pasos de bachata y merengue se les resistían más que los de las sevillanas.
"Éste es un modelo nuevo, en el que junto al ocio, se pueda ofrecer al inmigrante orientación laboral y en el que se den charlas y talleres donde se hable sin tapujos del mestizaje", continuó el máximo responsable de Diversia. "Rumanos, latinoamericanos, africanos, el que viene de fuera es una persona muy agradecida y sabemos lo que le gusta", certificó. Junto a ellos, los aborígenes hispalenses caminaban ayer pasillo arriba pasillo abajo empapándose de diversidad cultural. "Hemos probado el bissap, bailado bachata y escuchado al Charro mexicano", dijo una. Casi nada.
