La ciudad está parada. La mayoría no quiere ni oír hablar de la campaña de las elecciones europeas del domingo porque, entre rebujito y rebujito, Alcalá de Guadaíra vive una larga jornada de reflexión desde que empezó, la noche del pasado miércoles, la feria.
El jueves de feria fue un día para pararse, para hacer balance y pensar si conviene hablar de política o abrazarse definitivamente a la juerga. Las comidas de empresa, los primeros caballistas y la invasión en los cacharritos fueron las notas predominantes ayer. Y eso que las atracciones ya no tienen descuento como el pasado miércoles. Un padre con tres hijos gasta nueve euros por minuto y medio de diversión. Un dinero que ya no se puede recuperar. Eso sí, a los alcalareños todavía les queda el rebujito, una manera como otra cualquiera de quitarse el mal sabor de boca. Y es que este año están de moda las macetas de rebujito, líder indiscutible de la fiesta haga o no calor.
En realidad, desde ayer, el reloj dejó de tener sentido porque hoy es fiesta local. No hay horarios, ni toque de queda. Lo importante es estar ahí, en la feria.
El overbooking de comidas de empresa fue total, y muchos tuvieron que multiplicarse para estar en varias casetas a un tiempo? En todas ellas pudo verse a más de un especialista en la técnica de comer de gorra, un especimen habitual de la feria que en estos tiempos de crisis se reproduce por doquier. ¡Qué manera de chupar las cabezas de las gambas tienen estos especialistas! Son los primeros en dejar pagar a otro con tal de que le inviten a otra de rebujito. Porque Alcalá de Guadaíra estará parada, pero en lo que es en picaresca y habilidad en el movimiento en barra fija no le gana nadie.
Los partidos comenzaron también ayer con su ronda de comidas de feria, que se extenderán hasta el próximo domingo. Le tocó al PA, que contó con la presencia de Carlos Bautista, candidato del partido a las elecciones europeas. El PP, por su parte, prefirió dejar las visitas para hoy y contará con Juan Bueno, secretario general del PP en Sevilla, y y Beltrán Pérez, su segundo.
Pero en el real, por haber, hubo hasta reivindicaciones de los trabajadores municipales que repartieron sus propios abanicos para pedir que no se privaticen servicios como la piscina cubierta o el cementerio.
Hoy le tocará el turno al tradicional ágape del Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra con las asociaciones de vecinos y los centros de día de la ciudad. Sobre las 14.00 horas pasarán por la caseta municipal casi todos los miembros del equipo de gobierno (PSOE), así como responsables de otros partidos. También es habitual la visita de otros alcaldes, principalmente de los municipios de los alrededores.
