Dos aviones F-18 del escuadrón de cazas de la base área de Gando, en Gran Canaria, se estrellaron en el mar y sus dos pilotos salvaron la vida. Los dos saltaron de los aparatos antes de que se estrellaran en el océano y ayer fueron evacuados a la base aérea gran canaria. Desde allí se procedió a su traslado a un hospital de la isla para someterles a una revisión. Ambos tienen "una elevada experiencia", según el Ejército del Aire, y más de 700 horas de vuelo en estos cazas. Una investigación militar estudiará las causas del suceso.
Los dos aviones de combate F-18 se encontraban realizando un ejercicio de adiestramiento avanzado de guerra electrónica bajo la dirección del Mando Aéreo de Combate del Ejército del Aire (Macom), según el Ejército del Aire. Los pilotos de los dos aviones monoplazas, pertenecientes del Ala 46 de la Base Aérea de Gando, hicieron uso de sus asientos eyectables abandonando los aviones que se encontraban a unos 10.000 metros de altura, cayendo en el mar a unos 100 kilómetros al sureste de su base.
El helicóptero del 802 Escuadrón del Servicio Aéreo de Rescate del Ejército del Aire rescató a los dos pilotos 15 minutos después del siniestro.
Este accidente es el segundo siniestro con una aeronave de este modelo en 2009, después de que el 3 de abril se estrellara otro F-18 en el campo de tiro de Las Bárdenas Reales, en Navarra. Los aviones de combate F-18 han protagonizado en los últimos 20 años diez accidente.
