Al menos 40 personas han fallecido en la provincia afgana de Nangarhar a consecuencia de dos terremotos que sacudieron el jueves por la noche el este del país. Según las autoridades locales, los temblores de tierra también han causado decenas de heridos.
El Gobierno central informó ayer de que se habían recuperado 20 cadáveres, aunque se espera que la cifra aumente cuando se vayan retirando los escombros.
Mientras, los habitantes de las localidades más afectadas lloraban por sus familiares y amigos muertos. El primer temblor tuvo lugar pasadas la una de la madrugada y registró una intensidad de 5,5 grados en la escala de Richter. Dos horas después se sintió una segunda sacudida de 5,1 grados. Cientos de personas se congregaron en los primeros funerales celebrados ayer al mediodía a pesar de que muchas familias continuaban buscando a sus familiares retirando los escombros a los que han quedado reducidas sus casas.
En uno de los poblados más afectados, padres destrozados lloraban ante los cuerpos de sus hijos muertos y delante de las ruinas de las pequeñas viviendas. "Tres miembros de mi familia han muerto y siete están heridos. Creo que unas 40 personas han muerto. Cientos de casas han quedado destruidas", explicó un vecino del pueblo de Mir Gadkhel, al oeste de la ciudad de Jalalabad. "Estaba durmiendo cuando ocurrió el terremoto. Salimos un momento y luego volvimos a entrar en la casa. Después hubo otro temblor que fue más fuerte. El techo de la vivienda se vino abajo y mató a mi hermano y sus dos hijos", explicó un niño que no dejaba de llorar.
Pero hay mucha confusión en las cifras de víctimas. Mohamad Tahir Zahir, vicepresidente del consejo provincial de Nangarhar, señaló que 40 personas han muerto, mientras que Abdul Mateen Edraak, director del Centro Nacional de Desastres y Prevención, habló de 19 cadáveres recuperados. Por su parte, la oficina del presidente Hamid Karzai situó el balance de fallecidos en 20 y expresó sus condolencias a los afectados por lo ocurrido.
Los vecinos de la zona siniestrada denunciaron que no habían recibido ninguna ayuda de las autoridades, las cuales, según explicaron, llegaron al lugar para hacer balance de los daños y luego se fueron dejando a la gente recogiendo los escombros con sus propias manos.
