Existen numerosos informes y centenares de alegaciones al Plan de Ordenación del Territorio de la Aglomeración Urbana de Sevilla (Potaus). Entre las más destacadas, que yo sepa, figuran las de la Asociación de Defensa del Territorio del Aljarafe (ADTA), el informe de algunos profesores del Departamento de Urbanística de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura (ETSA), las alegaciones del arquitecto Curro Morilla, de Aljarafe Habitable... También el libro publicado por Luis Recuenco, en el que no constan los nombres de los demás profesores que conforman el grupo de investigación. Lo que cuenta no son las opiniones de los expertos construidas a partir de una implícita hipótesis: un diagnóstico meticuloso y de calidad (la del Potaus es insatisfactoria) automáticamente garantiza un buen planeamiento. Los nuevos paradigmas epistemológicos y operativos han superado aquella vieja hipótesis. Más y más no siempre es más; la parte es mayor que el todo; la acción no (siempre) es igual a la reacción. Un instrumento no dejará de serlo aunque sea muy útil y eficaz. La jerarquía vertical garantiza el orden pero éste no enriquece necesariamente la convivencia. Construir ciudad es construir la ciudadanía y ésta no es sino la calidad de la convivencia
Con los enunciados anteriores, mi opinión hace referencia al contenido del Potaus, las circunstancias en las que se está redactando en una sociedad democrática y la posibilidad de aprovechar la oportunidad para hacerlo con los nuevos paradigmas. Se pueden hacer las siguientes constataciones:
ºEl Potaus llega con 16 años de retardo desde la primera orden administrativa. En lugar de aprovechar toda la experiencia, se ha omitido.
ºEl contenido de partida obvia el análisis de las propuestas de años (y décadas) anteriores.
ºLa normativa para redactar los planes urbanísticos, incluidos aquellos de ordenación del territorio como el Potaus, tiene como referencia conceptos superados, limitaciones teóricas y un convencional desarrollo instrumental.
ºLo anterior quizá explica por qué se han obviado ideas fundamentales acerca de la expansión urbanística, y de la relación entre expansión física, poblacional y de consumo de los recursos naturales no renovables: suelo, agua, energía (combustibles sólidos) que son los indicadores concretos de la sostenibilidad. Es el tema de una investigación cuyos resultados daré a conocer próximamente.
ºEl anonimato de los técnicos redactores permite formular la hipótesis de que se ha redactado un Potaus a la carta para satisfacer las demandas de los agentes urbanos con poder.
ºLas propuestas del Potaus dejan entrever que se lo ha redactado bajo fuertes e inmediatos condicionamientos político administrativos provenientes de los ayuntamientos involucrados, de los partidos y de los grandes "agentes urbanísticos" privados.
ºLo anterior se hace evidente tanto en la concepción de las áreas de oportunidad, en la asignación de usos, en su tamaño y en su localización. Obedece a criterios coyunturales y discrecionales insuficientemente justificados.
ºUn plan siempre está en el ámbito del espacio público; en éste se enriquece la opinión pública. El Potaus ha obviado la participación proactiva de la población, la transparencia y la verdad (los convenios, los recursos, etcétera no se han puesto en la web).
ºDesde luego se trata de un avance. Terminado el plazo de alegaciones, nada hace presagiar que el documento final tome en cuenta las observaciones hechas por algunos profesores del Departamento de Urbanística de la ETSA.
