La falta de alumnos matriculados en Bami ha obligado a Educación a cerrar clases en tres colegios de la zona, donde han sobrado 87 plazas sin cubrir. La Junta cree que la nueva oferta escolar del Portaceli y los Maristas, dos colegios concertados del distrito vecino, puede haber provocado el efecto llamada que ha hundido la escolarización en Bami.
La Delegación Provincial de Educación ha cerrado tres aulas en Bami porque ha recibido muchas menos solicitudes de alumnos de las que había ofertado, mientras que ha tenido que ampliar unidades en el Centro (25 plazas), en Triana (100 plazas en cuatro colegios) y en Nervión (50 plazas).
La lista de alumnos admitidos se hizo pública ayer en todos los colegios de Sevilla y dejó un mapa desigual y muy distinto al del año pasado. La zona de Bami-Heliópolis-Bermejales ofertaba 600 plazas y sólo ha recibido 513 solicitudes, quedando 87 vacantes.
En consecuencia, Educación ha tenido que retirarle aulas a tres colegios: el Julio Coloma, que ayer empezó a manifestarse, el nuevo centro de Bermejales y el colegio Juan Sebastián Elcano. Cada uno ha perdido un curso: 75 plazas menos que el año pasado habían sido cubiertas. ¿Cómo es posible?
Educación cree haber encontrado una posible respuesta en la zona escolar de al lado, la de Nervión. "El hundimiento de la escolarización en Bami tiene mucho que ver con lo que han hecho Portaceli y los Maristas", explica el delegado de Educación, Jaime Mougan. La novedad de esos centros concertados es que, este año, la Junta les ha subvencionado las clases de Infantil y, según Mougan, "eso ha tenido un efecto llamada que ha desestabilizado la escolarización en toda la ciudad".
La gratuidad de la Infantil en el Portaceli ya había colocado a otro centro concertado, El Trébol, al borde del cierre. Recibió 11 solicitudes. También parece haber dañado a los colegios de una zona más alejada, como Bami. "Descubrimos que en el Portaceli habían echado la solicitud niños de seis años que ya estaban matriculados en Bami. En tres años pueden haber hecho lo mismo, pero es una suposición, porque sólo tenemos datos cuando entran en el sistema escolar [Primaria]", dice Mougan.
más oferta. La sobredemanda de plazas en centros concertados de Nervión, como el Portaceli, ha forzado a la Administración a tomar decisiones algo estrambóticas, como ampliar plazas en dos colegios públicos de Nervión -Ortiz de Zúñiga y Joaquín Turina-, habiendo un excedente de plazas.
En Nervión se habían ofertado 1.150 puestos escolares. Han sido suficientes para escolarizar a los que viven allí -672 solicitudes por domicilio familiar- y a los que han llegado de fuera -218 matrículas por domicilio laboral-. En teoría sobraban 120 plazas. Tal es así que alumnos de otros barrios sin ningún punto han podido en los colegios públicos de Nervión.
¿Por qué, entonces, se han creado dos aulas más en la zona? Porque mientras en el colegio Tussam, con 50 plazas, han entrado niños con 0 puntos, en el Portaceli hay 83 niños, con diez puntos por domicilio familiar, que se han quedado en la calle. "Se han quedado sin opción en el Portaceli, y ya no quedan plazas en su barrio por eso tengo que ampliar dos unidades más", dice Mougan.
He aquí la contradicción del derecho a la educación. La Administración tiene que garantizar plaza a todo el que la solicita y en la zona en que la solicita, aunque no sea la suya. "Si se quedasen fuera los de 0 puntos, no habría problema, porque no son de la zona.
Pero a los que tienen 10 puntos estoy obligado a asegurarles plaza en su barrio", dice Mougan. Pese a que después esos alumnos no acepten la plaza, porque es en un centro público, y prefieran buscar un colegio privado, aunque esté lejos de su casa.
