La Consejería de Educación anunció ayer por sorpresa a los sindicatos de la "extinción" del Plan de Calidad, un programa que regula incentivos de hasta 7.000 euros en cuatro años para los profesores que logren mejorar el rendimiento de sus alumnos. Más del 40% de los centros escolares andaluces está inscrito en el plan, de los cuales el 70% son colegios de Infantil y Primaria.
La eliminación de uno de los estandartes de la política educativa andaluza desde 2007 sobreviene con el programa recién renovado, sólo dos meses después de la última convocatoria en la que se inscribieron nuevos centros escolares. La consejería no confirmó ayer el finiquito definitivo del plan, algo que sí hicieron los cinco sindicatos con representación en mesa sectorial. La junta, que les emplazó a una próxima reunión el 15 de enero para ofrecer más detalles, sólo explicó ayer que en breve aprobará una orden que anulará la convocatoria del año que viene y que cerrará la puerta a nuevas incorporaciones y renovaciones. Aparentemente, Educación no interrumpirá el programa en marcha, pero lo dejará morir al finalizar el curso.
El Plan de Calidad es un instrumento en el que la Junta volcó todas sus expectativas de mejorar el nivel del sistema educativo andaluz a través de primas o incentivos económicos a los maestros. Muchos docentes, sobre todo en los institutos de Secundaria, fueron muy críticos desde el principio con el proyecto porque entendieron que era una forma de "comprar los aprobados". La puesta en marcha del programa motivó huelgas, multitudinarias protestas de profesores y dos recursos judiciales que los sindicatos CSIF y Ustea presentaron ante el TSJA. El Alto Tribunal dictó una sentencia que obligó a Educación a modificar el plan para adecuarlo a ley, vinculando "la consecución de objetivos educativos a la percepción de los incentivos". Los jueces se centraron en el incentivo del primer año, que suponía pagar 600 euros a los profesores sólo por apuntarse al proyecto.
Hasta hace muy poco la consejera Mar Moreno defendía públicamente la pervivencia del programa de incentivos a los docentes. Sin embargo, los problemas de tesorería del Gobierno andaluz y los recortes presupuestarios han forzado a Educación a replantearse las prioridades de gasto, sobre todo después de haber prescindido de 4.500 interinos en el último curso. Esto, más las reticencias del socio de Gobierno (IU), han terminado por enterrar uno de los proyectos estrella de la consejería.
El Plan de Calidad está recogido en la Ley de Educación Andaluza (LEA) y hasta ahora contaba con un presupuesto de 20 millones de euros al año. Los sindicatos que respaldaron el proyecto de la consejería, CCOO y UGT, reaccionaron ayer con asombro ante el anuncio. El secretario general de CCOO en la enseñanza, José Blanco, advirtió de que la decisión "arroja mucha incertidumbre sobre el profesorado que está o ha estado inscrito en el plan". La norma dice que los docentes que participaron en la primera edición, después de cuatro años, pueden consolidar hasta el 65% del último incentivo (3.600 euros) en sus salarios. El sindicato rechaza que ese dinero se le retire a los beneficiarios o que se congele el que ahora están recibiendo otros. Falta por ver si Educación planteará una alternativa al Plan de Calidad para el próximo curso.
