En pleno debate nacional sobre la reforma del sistema de selección del profesorado para elegir a los mejores, y cuando en comunidades como Madrid se les ha recortado su horario para reciclarse en aras de la austeridad presupuestaria, Andalucía presentó ayer el borrador del decreto que regulará la formación del profesorado, que prevé reclutar a los mejores maestros en activo e incluso docentes recién jubilados con carreras brillantes para enseñar a sus compañeros. Además, obligará a los directores de los colegios a recibir cursos de "liderazgo pedagógico" durante su primer año en el puesto.
La competencia de las comunidades autónomas se limita fundamentalmente a la formación continua de los docentes, ya que el diseño de las titulaciones necesarias para enseñar (magisterio para Primaria y cualquier licenciatura completada con un máster específico para ESO) y del sistema de acceso a una plaza (oposiciones) compete al Estado.
Precisamente, el Gobierno reunió la semana pasada a las comunidades para intentar consensuar una nueva fórmula de selección de los docentes similar al MIR de los médicos, pero la proximidad de las elecciones generales y la rebelión de los docentes en comunidades gobernadas por el PP por la ampliación de su horario lectivo impidió el acuerdo. Solo Andalucía votó a favor. El resto se abstuvo o rechazó hacer cambios en este momento.
El consejero de Educación, Francisco de la Chica, reconoció ayer que "se podría haber llegado más lejos" pero admitió que en educación las reformas sin consenso no resultan. prácticas. Así las cosas, en materia de formación inicial, el decreto que ultima la Junta solo aporta una novedad: habrá una selección y acreditación previa de los centros en los que los futuros profesores realizarán las prácticas (hasta ahora eran las Universidades y los propios alumnos lo que los elegían). Los criterios para elegirlos se desarrollarán en una orden pero se primará la innovación aunque también se buscará que haya centros de todo tipo (de zonas deprimidas o con alto nivel socioeconómico, con diversidad de alumnos, rurales...).
El decreto también recoge la aspiración de la Junta de convencer a los rectores de las universidades andaluzas para que amplíen la parte práctica del actual máster que deben cursar los profesores de ESO. La norma estatal permite dedicar a práctica hasta 18 de los 60 créditos del máster y las universidades andaluzas solo dedican 10. La Junta aspira al máximo pero no depende de ella.Por tanto, las principales novedades del nuevo decreto afectan a la formación continua.
La Ley de Educación ya contempla que los docentes en activo tienen obligación de seguir formándose pero ahora esa formación estará más regulada. Cada colegio diseñará su propio plan de formación, que aprobará el claustro, en función de sus necesidades (nuevas tecnologías, idiomas, resolución de conflictos, atención a la multiculturalidad o áreas del conocimiento donde sus resultados flaqueen) y se incluirá en el plan de centros, por lo que "formará parte de su proyecto educativo y, en consecuencia, obligará a todo el profesorado del centro".
No solo los maestros de a pie tendrán que formarse. Los directores de los colegios estarán obligados "durante el primer año de ejercicio de esta función" a recibir cursos para aprender a "orientar, dinamizar, encauzar y articular las iniciativas" de sus equipos y a "ejercer el liderazgo pedagógico y tomar decisiones sobre organización y funcionamiento del centro".
Pero igual que la Junta quiere seleccionar a los mejores colegios para que los futuros profesores hagan prácticas, también prevé reclutar a docentes que destaquen en su trabajo para que enseñen a sus compañeros a mejorar. Actualmente, los cursos para profesores son impartidos por los 455 docentes (llamados asesores de formación) con los que cuentan los 32 centros de profesorado andaluces -los colegios de los maestros-. De la Chica dejó claro que "frente a otras comunidades que han suprimido estos centros" o recortado su plantilla, en Andalucía no solo se mantendrán sino que, junto a estos 455 asesores, la Junta quiere incorporar asesores extraordinarios "por tiempo determinado y con dedicación completa o parcial entre profesorado activo o jubilado con una trayectoria contrastada en el ejercicio de buenas e innovadoras prácticas docentes". Se trata, explicó el consejero, de "maestros de maestros" seleccionados, con ayuda de los centros, entre los mejores en activo pero también de "no perder el caudal de excelentes profesores cuando se jubilan", de forma que puedan dar cursos o tutelar a otros docentes "durante un número de horas restringido" compatible con el cobro de la pensión, en los años inmediatamente posteriores a su retiro.
La Junta no prevé más incentivos económicos que las retribuciones estipuladas por dar cursos pero si quiere aumentar los puntos que dará a los docentes en su carrera profesional.
