Economía

EEUU lanza el mayor plan intervencionista de toda la historia

El ansiado respiro en los mercados llegó al final de una semana para olvidar. Y lo hizo cuando el Gobierno de EEUU puso sobre la mesa un plan de medidas que costará a los contribuyentes "cientos de millones de dólares" para dar respuesta a la crisis financiera mundial. Foto: EFE.

el 15 sep 2009 / 12:06 h.

El ansiado respiro en los mercados llegó al final de una semana para olvidar. Y lo hizo cuando el Gobierno de EEUU puso sobre la mesa un plan de medidas que costará a los contribuyentes "cientos de millones de dólares" para dar respuesta a la crisis financiera mundial.

El Gobierno de EEUU, la Reserva Federal y el Congreso se han unido para lanzar el paquete de medidas más importante para contener la crisis que ha provocado el descalabro de los mercados mundiales y ha puesto en peligro la supervivencia de grandes instituciones financieras, y que tendrá como eje central permitir a la banca deshacerse de sus activos dañados.

"La raíz de las turbulencias en los mercados de capitales se encuentra en la corrección que ha sufrido el mercado inmobiliario y en lo que está pasando con la caída de los precios de las casas", dijo el secretario del Tesoro, Henry Paulson. "Por tanto -dijo- nos hemos unido para trabajar en una solución dirigida al corazón de este problema, la falta de liquidez de las instituciones financieras". Así, anunció que la Administración elevará su participación en el mercado inmobiliario, que considera la raíz de los problemas financieros de EEUU.

El presidente estadounidense, George W. Bush, salió en defensa de la intervención pública en los mercados para señalar que esta actuación "no sólo está justificada" sino que es "esencial" para evitar un daño mayor en la economía.

"Debemos actuar ahora para proteger la salud económica de nuestra nación", afirmó Bush, quien apeló al Congreso para que apruebe "lo antes posible" el proyecto. Señaló que si el Gobierno no actúa ahora, están en juego pérdidas de empleo "masivas", un desplome aún mayor del mercado de la vivienda y una destrucción de valor en las cuentas de jubilación de los estadounidenses. Una acción que, como reconoció, "conlleva riesgo" para el contribuyente, pero dijo esperar que el Gobierno recupere eventualmente su dinero.

Y es que esta intervención a gran escala le supondrá un desembolso de "cientos de miles de millones de dólares", dijo Paulson, cuyo objetivo será liberar a las entidades financieras de los activos tóxicos del mercado hipotecario que han lastrado sus balances, hasta abocar a algunas de ellas a la bancarrota. Otras medidas irán dirigidas a frenar la especulación en Wall Street y a calmar el ánimo de los inversores.

El plan contempla que los gigantes hipotecarios Freddie Mae y Freddie Mac, intervenidos por el Gobierno este mes para evitar su colapso, aumentarán las compras de valores garantizados por hipotecas, que han sido un dolor de cabeza para los bancos porque nadie quiere comprarlos. El Tesoro también ampliará un programa ya en marcha para adquirir directamente esos títulos.

Otro de los ejes será el traspaso de la deuda de mala calidad de los bancos al Gobierno, que la comprará con un precio de descuento para eventualmente subastarla en los mercados. Ésta será la parte más costosa del plan de la Administración y debe ser aprobada por el Congreso.

El secretario del Tesoro evitó entrar en los detalles de las medidas, que deberán definirse durante este fin de semana, y que podrían ser aprobadas por el Congreso la próxima semana.

La Comisión de Valores estadounidense aprobó ayer un plan que impide operar temporalmente en el mercado a unas 800 compañías de inversión especializadas en ventas al descubierto, en un intento por frenar la especulación y un deterioro mayor de la bolsa. La prohibición tendrá una duración de diez días, que podría prolongarse hasta un mes. Las ventas al descubierto son un tipo operación a corto plazo que consiste en apostar a que el precio de una acción va a bajar. Así, los inversores venden un título que no poseen -a cambio de una comisión- para comprarlo posteriormente más barato y embolsarse la diferencia.

Además, el Tesoro proporcionará garantías temporales para el mercado monetario de los fondos mutuos de inversión -que proporcionan financiación a corto plazo a los bancos- con una inyección de 50.000 millones de dólares. Para ello utilizará un fondo creado en la época de la Depresión para afrontar la crisis financiera. Y es que estaba empezando a afectar unos activos históricamente seguros.

Este paso supone un cambio de estrategia frente a la crisis. Hasta ahora, el Gobierno había reaccionado ante las instituciones financieras al borde del colapso, poniendo dinero público para salvar a Bear Stearns y la aseguradora AIG, Freddie Mac y Fannie Mae. En cambio, dejó caer en la bancarrota a Lehman Brothers.

Paulson reconoció que las medidas hasta ahora no han sido suficientes y que EEUU "debe tomar acciones adicionales y decisivas" para responder a la crisis.

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