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Efecto sobre el campo: el abandono del regadío

Agricultores toman medidas: dejar el riego y pasar al trigo o girasol. Los regantes se movilizarán en febrero para pedir una solución al Gobierno.

el 01 ene 2014 / 23:30 h.

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Imagen de una plantación de maíz en una finca en la provincia de Sevilla. Imagen de una plantación de maíz en una finca en la provincia de Sevilla.

Otro de los grandes damnificados por el abultado coste eléctrico es el campo, sobre todo el regadío, que ha venido haciendo un importante esfuerzo en los últimos años por modernizar sus sistemas y ahora pagan una doble factura. Una de las consecuencias ya se está notando en el paulatino abandono de explotaciones de regadío, como son el algodón y el maíz, y el viraje hacia otro menos costosos y de secano como el trigo y el girasol.

Es una situación que constatan desde la Asociación de Comunidades de Regantes de Andalucía, Feragua, y que se está produciendo en la cuenca del Genil en las provincias de Sevilla –en municipios como Écija, Herrera y Badolatosa–, así como en Córdoba y Jaén. Así lo apunta el secretario general de Feragua, Pedro Parias, quien precisa que está siendo un abandono “progresivo”, puesto que un agricultor cuando termina la campaña deja de regar y se va a otro cultivo. Y es que, desde que se liberalizó el sistema eléctrico en el año 2008, que se suponía que debía conllevar mayor competencia y, por tanto, mejor oferta de precios, ha conllevado todo lo contrario, de modo que el coste energético se ha duplicado desde entonces, apostilla. “Si para el cliente doméstico la factura ha subido un 70 por ciento, para nosotros se ha duplicado”. Fue con esa liberalización, además, cuando se anuló el sistema tarifario especial por el que se regía el regadío, provocando una situación insostenible.

Por este motivo, desde Feragua se ha promovido ante la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore) una propuesta de movilización para comienzos de año, que ha sido aprobada y que solo está a expensas de concretar la fecha, que según las estimaciones de Parias, podría materializarse “a principios de febrero” y que se realizaría a nivel nacional. “Lo que queremos es pedir soluciones al Gobierno porque las hay. A algunos sectores productivos se les ha quitado el impuesto eléctrico”, asevera.

El mayor lastre que soportan los regantes es tener que pagar una potencia que no consumen durante todo el año, ya que en función del tipo de regadío la campaña se extiende entre cinco y seis meses, una situación que deja a muchas explotaciones “al borde de la inviabilidad”.

Y es que, a pesar de la estacionalidad de su actividad, tienen que pagar la potencia todo el año se utilice o no y en los meses de mayor consumo (junio y julio) coinciden con el periodo más caro. Por ello, piden pagar solo cuando consumen, no todo el año. Según un informe de Feragua, con la tarifa reducida se pagaba en la tarifa 6,1, una de las más comunes, 7,7730 euros el Kw/año, mientras que en 2013 se pagó a 105,3994, un 1.255,97 por ciento más.

Un estudio de las organizaciones agrarias COAG y UPA cifra en 165 millones de euros la factura eléctrica del regadío en 2013 del total de 400 millones del sector agrario.

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