El segundo avión A400M ya está de vuelta en Sevilla. Regresó de la localidad francesa de Toulouse a finales de julio pasado después de un exilio forzado de casi dos meses para continuar con el programa de ensayos planificado ante la falta de controladores aéreos en el aeropuerto de Sevilla, imprescindibles para supervisar los vuelos de prueba y no interferir así en el tráfico aéreo civil.
La vuelta casi a la normalidad ha sido posible gracias al soporte prestado a Airbus Military por el Ejército del Aire, que ha puesto a disposición de la compañía controladores aéreos militares que suplan la lentitud en la solución planteada por Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena).
Y es que el pasado mes de junio, Aena anunció la contratación de seis nuevos controladores aéreos con el objetivo de garantizar la continuidad de los ensayos en cielo español, no sólo del avión de transporte militar A400M sino también para las pruebas aéreas del tanquero A330. No obstante, estos profesionales no estarán disponibles hasta finales de año, de manera que, a efectos prácticos, no resuelve la inmediatez del problema.
Como solución temporal, aunque no es la ideal para el constructor aeronáutico puesto que no se puede cumplimentar el programa previsto al 100%, el Ejército del Aire ha posibilitado el regreso del A400M, que se encuentra en una fase más avanzada de la prevista en el calendario de ensayos, según detallaron fuentes de la empresa.
A Airbus Military no le quedó más remedio que buscar otra salida porque no podía paralizar el desarrollo de las pruebas. Así, los controladores militares son los que prestan el apoyo necesario a la hora de realizar estos vuelos, que se concentran en la frontera de España y Portugal y en el área sobre el Golfo de Cádiz, zonas en las que apenas se registra tráfico aéreo y por tanto no generan ningún inconveniente a los vuelos comerciales.
Así, el segundo y cuarto aparato -que hará su primer vuelo antes de fin de año- tendrán su base en Sevilla, mientras que los números uno y tres están asignados a Toulouse.
El problema se inició tras la entrada en vigor del decreto ley que regula las condiciones laborales del colectivo de controladores aéreos, que reducía las horas extra de estos profesionales y no recogía la asignación específica de un controlador para esta función concreta, lo que les impedía supervisar los ensayos en vuelo del A400M.
Esta circunstancia llevó a la compañía responsable del avión a trasladar el programa de ensayos desde Sevilla a Toulouse el pasado 19 de mayo.
El Ministerio de Fomento señaló el 11 de junio que Aena incorporaría a seis nuevos controladores en Sevilla para garantizar la continuidad de las pruebas de vuelo del A400M y del tanquero A330. De hecho, explicó entonces que, de acuerdo con las demandas planteadas por Airbus Military, Aena iba a poner a su disposición "en exclusiva" un controlador en turno de mañana y otro en turno de tarde de lunes a viernes.
El problema estriba en que los trámites alargarán el proceso hasta finales de año, que será cuando ya estén trabajando de facto, según las estimaciones de la compañía.
Las fuentes reseñaron además que no se han producido nuevos avances en las negociaciones que mantiene abiertas con los países clientes en lo que va de verano, pero confiaron en que se consiga antes de que fin de año.
El centro de pilotos, listo para su estreno
Uno de los pilares en los que se sustenta el pilar aeronáutico que gira en Sevilla en torno al avión de transporte militar A400M está a punto de entrar en servicio.
Se trata del centro de formación y entrenamiento para pilotos, que acogerá a los profesionales de aquellos países compradores de este avión y también de aquellos que adquieran aviones de los modelos C295 y CN235, cuyas tareas de formación también albergará el mismo centro, que se levanta junto a la planta de ensamblaje del A400M.
Las previsiones pasan por que la inauguración oficial pueda realizarse ya el próximo mes de octubre.
