Las frutas y las verduras son alimentos básicos de la dieta mediterránea.
Consumir aceite de oliva es uno de los consejos que se da desde la Fundación Dieta Mediterránea por tener propiedades cardioprotectoras, además de dar a los platos un sabor y un aroma inigualables. Esta entidad también recomienda ingerir alimentos de origen vegetal en abundancia como frutas, verduras, legumbres y frutos secos. Su consumo puede contribuir a prevenir, entre otras, algunas enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cánceres. La fundación aconseja además comer pan y los alimentos procedentes de los cereales (pasta, arroz y especialmente sus productos integrales), porque aportan una parte importante de la energía necesaria para la actividad diaria. También propone tomar alimentos poco procesados, frescos y de temporada, tanto por su aportación de nutrientes como por su aroma y sabor. A esta lista se suben, asimismo, los productos lácteos, principalmente yogur y quesos. El consumo de leches fermentadas se asocia a una serie de beneficios para la salud porque contienen microorganismos vivos capaces de mejorar el equilibrio de la microflora intestinal. Sin embargo, la fundación recomienda comer con moderación carne roja, porque el consumo excesivo de grasas animales no es bueno para la salud, mientras que destaca los beneficios que tiene la ingesta de pescado. Por último, los nutricionistas sugieran que se beba mucha agua y se ha-ga ejercicio.
