El joven acusado de provocar el atropello mortal de otro chico, que salió huyendo de una pelea en una botellona, negó ayer haber amenazado a la pandilla rival y culpó a un tercer hombre, no procesado, de haber gritado y amenazado a los presentes con una navaja de grandes dimensiones.
El Juzgado de lo Penal número 13 de Sevilla inició ayer el juicio contra J.A.P., que se enfrenta a una petición de la acusación de seis años de cárcel por delitos de homicidio por imprudencia y lesiones.
Los hechos ocurrieron a las cuatro de la madrugada del 25 de octubre de 2008 en la botellona juvenil que se concentra en la avenida Carrero Blanco de Sevilla, junto al Club Náutico, en Los Remedios.
Después de un enfrentamiento entre dos pandillas de jóvenes, uno de ellos, Antonio Olmedo, de 17 años de edad, salió corriendo pero en lugar de hacerlo por la acera, lo hizo hacia la calzada, saltó un seto y cayó directamente sobre el capó de un turismo que en ese momento circulaba por la vía y que lo atropelló, lo que le produjo la muerte.
Fuentes del caso informaron a Efe de que el procesado, J.A.P., en su declaración ante el juez que lleva este caso, negó haber amenazado a la pandilla rival, aseguró que él y sus amigos estaban "tan tranquilos" y que fueron los otros quienes llegaron con botellas y palos.
Las dos partes coincidieron en que la pelea entre las dos pandillas se produjo debido a un primer incidente porque unas chicas negaron un cigarrillo a unos jóvenes, éstos las insultaron y ellas, entretanto, pidieron ayuda a sus amigos.
Una tercera persona. Por otra parte, J.A.P. reiteró sus declaraciones en fase de instrucción de que fue una tercera persona, conocida como Pepe, El de la Pañoleta, quien bajó de su coche gritando y portando en sus manos una navaja de grandes dimensiones.
El juicio ha quedado aplazado al miércoles para que declaren dos testigos que hasta ayer no habían sido localizados, según informaron las fuentes mencionadas.
De la misma manera, los integrantes de la pandilla del joven fallecido negaron haber acudido con botellas al lugar donde se encontraba J.A.P. y aseguraron que estaban sentados tranquilamente en una parada de autobús.
La acusación particular que ejerce la madre del fallecido solicita para el acusado, J.A.P., tres años de cárcel por un homicidio imprudente y otros tres años por un delito de lesiones, por el corte en un tendón que presuntamente causó al joven A.G.M. con una botella.
La acusación particular interpreta que la muerte del menor fue un homicidio imprudente pues la víctima saltó la calzada "en un último intento por escapar" de un agresor que esgrimía una botella y que previamente había lesionado a su amigo.
El pasado mes de enero, los padres del fallecido, natural de San Juan de Aznalfarache, reclamaron la imputación de tres jóvenes de la pandilla presuntamente agresora.
A juicio de este matrimonio, ellos "debieron prever el desenlace fatal de su amenaza" y que la víctima, su hijo, saldría corriendo hacia la calzada. Por ello, pidieron que el imputado fuera acusado de homicidio imprudente.
