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El ADSL no llega a las Tres Mil por ser "zona de alto riesgo"

Un vecino no puede instalar la línea porque los técnicos no quieren ir

el 03 ene 2011 / 18:18 h.

Víctor A.R. no se imaginó los problemas que se iba a encontrar cuando decidió instalar internet en su vivienda de las Tres Mil Viviendas. Este joven, de tan sólo 17 años, ha iniciado una auténtica batalla para conseguir lo que cualquier ciudadano: tener ADSL en casa "sin ser discriminado simplemente por vivir en un determinado barrio", después de que le hayan denegado la instalación porque vive en "una zona de alto riesgo", tal y como reconoce a El Correo Abentel, firma encargada de la instalación.

Según la subcontrata, sus técnicos "no quieren ir a esta zona" porque ya han tenido "muchos problemas, como robos de cables, ruedas pinchadas e incluso les han sacado navajas", indicó. Por ello, explicó que es un barrio al que no acuden para instalarles ni internet ni la telefonía. "Además, se producen muchos fraudes" y por eso es "zona prohibida". La solución que le ofrecen es que contrate con Movistar, "y así tenemos acceso a su historial y a todos sus datos y le podríamos enviar dos técnicos en lugar de uno". Pero Víctor quiere Orange. "Hay libre mercado y tengo derecho a elegir".

Este joven vive con sus padres y un hermano más pequeño desde hace algunos años en un piso de la calle Orfebre Cayetano González que era de su abuela. Desde que se mudaron al barrio "nunca" habían tenido ningún problema en la instalación de los suministros "ni en la entrega de algún pedido, ni nada". El pasado 13 de diciembre decidió instalar el ADSL en su casa con un objetivo claro "buscar trabajo". Este joven acaba de terminar sus estudios de administrativo después de haber culminado las prácticas y pretendía emplear internet como una herramienta de búsqueda de empleo. "Hoy día es fundamental para encontrar trabajo, ya que es una forma de llegar a más empresas en menos tiempo", explica. "Mis padres también están en paro y les puede ser útil", añade.

Sin embargo, su objetivo se truncó. Hasta ahora, él había podido acceder a internet gracias a los nuevos servicios sin cable que no necesitan conexión telefónica, "pero tuve muchos problemas porque iba muy lento y decidí cambiarme". Fue entonces cuando contactó con Orange, que también es la compañía con la que tiene contratado el teléfono móvil, que a los pocos días le envió el router inalámbrico a casa para que se pudiera proceder a la instalación. "El mensajero llegó sin problema con el router" asegura el joven.

Pasados unos días intentó entrar en el área de clientes para comprobar en qué estado se encontraba el proceso, pero sin éxito. La explicación que recibió entonces del servicio de atención al cliente de Orange es que Movistar, que es la empresa que tiene que dar el alta de la línea, había rechazado la instalación alegando que se trataba "de una zona de alto riesgo", sin más explicación. Posteriormente, Víctor recibió un correo electrónico en el que le informaban de que "la activación del servicio contratado no ha podido completarse con éxito debido por causas ajenas a Orange".

Por su parte, Movistar explicó a este periódico que ellos no tienen "zonas prohibidas", mientras que Orange aseguró que han solicitado "varias veces" a Movistar la instalación de la línea y que incluso "ya hemos enviado el router al cliente".

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