El representante del atacante francés del Bayern de Múnich Ribéry, Alain Migliaccio, se reunió en la noche del martes en la ciudad alemana con el presidente del club alemán, Franz Beckenbauer, para tratar de dejar cerrado el acuerdo de su fichaje por el Real Madrid. Después del mensaje lanzado por Florentino Pérez, primer responsable de la directiva madridista, Migliaccio se ha puesto manos a la obra para dejar el tema más que zanjado a espera de la confirmación oficial.
Ribéry ha adoptado una posición de presión. El francés ha llegado a fingir unas determinadas molestias físicas para no entrenar a las órdenes de Louis Van Gaal, que ha decidido no dialogar con el ex del Olympique de Marsella y así evitar que la relación entre ambos se deteriore aún más. Es más, fuentes del club bávaro llegaron a insinuar en los medios de comunicación germanos que la actitud del jugador estaba supervisada por el Real Madrid, que estaría dispuesto a pagar 35 'kilos' por el atacante.
Lo que sí está claro es que Migliaccio se desplazó a Múnich para reunirse con su representado, que sigue pendiente de que haya novedades en el proceso de negociación. Ribéry dijo en el diario Bild que "las cosas siguen como estaban, pero yo lo único que busco es que todo se solucione y ninguna de las partes se vea perjudicada".
Hoy podría ser un día clave para acelerar los contactos, ya que Ribéry tendrá una nueva reunión en la sede del club bávaro.
