I. CAMPANARIO / J. RUBIO
Por unanimidad. Todas las organizaciones agrarias saludan con optimismo la llegada a la Consejería de Agricultura y Pesca de su nueva titular, Clara Aguilera, de la que valoran su profundo conocimiento del sector. Ahora sí, con la misma vehemencia que aplauden su nombramiento, le exigen que defienda a un sector espoleado por la crisis.
Enfrente tendrá como interlocutor a un colectivo que, aunque tiende una sincera mano de colaboración a alguien ya ducha en el agro andaluz, también espera de ella acciones rápidas y contundentes para luchar contra la crisis en un sector, el agrario, que se considera el gran olvidado por las Administraciones.
Una razón que ha llevado a buena parte del campo andaluz a echarse a la calle para protestar, y que prevé nuevas movilizaciones en los primeros días de mayo, en una imagen que quedaba ya lejana. ¿Por qué? Pues, entre otras cuestiones, por las grandes diferencias entre los precios percibidos por los agricultores y los que abonan los consumidores, la incidencia de la crisis económica, la caída de la renta agraria y la congelación del presupuesto de la UE.
La patronal agraria Asaja no está por la labor de conceder los 100 días de rigor a Clara Aguilera, sustituta de Martín Soler al frente de la Consejería de Agricultura y Pesca, para que desde el primer momento se "ponga las pilas y recupere el tiempo perdido".
A ella le reclaman un "giro radical" en la política agraria, que pasa, para su presidente en Andalucía, Ricardo Serra, por una retahíla de acciones: desde la ayuda urgente a los sectores en crisis, a la reducción de la burocracia, pasando por no olvidar la necesidad de inversión en infraestructuras para el campo, una reforma del régimen laboral, fiscal y societario que fomente la contratación, y sin dejar de lado la formación, el apoyo a la competitividad agraria impidiendo el abuso de la posición dominante de las grandes superficies y la defensa de las producciones regionales frente a terceros países.
Asaja, al igual que el resto de organizaciones, valora el amplio conocimiento que la nueva consejera tiene del agro andaluz, y coincide en que, una vez que el presidente andaluz José Antonio Griñán ha mantenido la independencia de esta Consejería -sin vincularla a la de Medio Ambiente-, le toca pelear para conceder a la agricultura "el lugar que por su peso le corresponde".
Para Eduardo López, secretario de Organización de COAG-A, es reseñable la capacidad de trabajo de Aguilera y la tranquilidad que su desembarco aporta a agricultores y ganaderos. "Es positivo tener una persona como ella, muy conocedora y con especial sensibilidad para afrontar los problemas que vienen y la complejidad del sector" en la coyuntura actual. Y confía en que se convierta en un factor de influencia tanto en Madrid como en Bruselas, para hacer valer, y respetar, los intereses de Andalucía.
La experiencia de Clara Aguilera, estrechamente ligada a la gestión y dirección de cooperativas durante una década (1990-2000), y secretaria de Agricultura y Desarrollo Rural en la Ejecutiva del PSOE andaluz (2004-2008), es un valor al alza para la UPA. Su secretario general, Agustín Rodríguez, considera que contribuirá a buscar "medidas más eficaces" en un momento en que son más necesarias. Una "dinámica más ágil" que favorezca una maquinaria bien engrasada, es una de las peticiones que plantea para que los cauces de interlocución sean fluidos.
No podía ser de otra manera. La Federación Andaluza de Empresas Cooperativas (Faeca) asegura de quien fuera gerente del organismo en Granada durante diez años, que trabajará por crear un sector agrario y cooperativo integrado frente al sector de la distribución. Su primera reivindicación será, de este modo, que se impulse la unión de las cooperativas para que alcancen una dimensión de la que, en su gran mayoría, carecen.
Son algunas de los asuntos que Clara Aguilera tendrá que incluir en la cartera que recibirá hoy, pasado el mediodía, de manos de su antecesor, Martín Soler, quien ya llegará con la suya de Innovación debajo del brazo.
