I. Comesaña / J. Alonso
El alcalde y el portavoz de IU trataron de dar carpetazo ayer a la crisis municipal surgida del conflicto interno del PSOE y de la dimisión del número dos de IU, Francisco Manuel Silva. Monteseirín y Torrijos garantizaron la "gobernabilidad" a la espera de resolver los frentes abiertos en sus partidos.
Los dos socios de Gobierno trataron de escenificar ayer que el Gobierno sigue adelante pese a estar soportando una etapa de inestabilidad orgánica e institucional que afecta a las dos formaciones y que ha provocado dos dimisiones en apenas tres meses.
Alfredo Sánchez Monteseirín, como el portavoz de IU, Antonio Rodrigo Torrijos, ensalzaron la política que sus formaciones están llevando a cabo en el Ayuntamiento. "La gobernabilidad está plenamente garantizada. Aunque haya mucho ruido, no hay problemas ni carencias en la gestión del Gobierno", llegó a afirmar el regidor.
Los socialistas han acatado el mandato del presidente de la Junta, Manuel Chaves. "Buscaremos una solución de consenso, y la vamos a encontrar", señaló el alcalde en referencia al pulso realizado en torno a la figura de la Portavocía. Esta receta pasa por lograr un acuerdo en torno a una figura que sea respaldada por todos los ediles.
El único claramente descartado por el regidor es Emilio Carrillo. A partir de ahí, se abren las puertas a buscar una tercera opción, para evitar la imagen de que los críticos han salido ilesos del pulso, lo que provocaría la salida de Alfonso Rodríguez Gómez de Celis de la Portavocía.
El PSOE debe aún concluir la remodelación iniciada. Emilio Carrillo tiene en sus manos unas competencias de Recursos Humanos que no quiere. Si sigue las directrices de la Ejecutiva y no renuncia a esta responsabilidad, hoy será su primera Junta de Gobierno.
El resto de Delegaciones empiezan a tomar forma en una transición que el alcalde ha querido atenuar. A excepción del traslado de Manuel Rey del Consorcio de Turismo al cargo de coordinador general de Urbanismo y Presidencia, apenas habrá modificaciones en las estructuras de las distintas delegaciones. Es una directriz marcada por el regidor, según fuentes consultadas, para impedir que la crisis afecte demasidado a los trámites ordinarios de las áreas.
Pese a esto, el alcalde tendrá que firmar en los próximos días otro decreto de remodelación. Su envergadura dependerá de las resoluciones que se adopten en el seno de IU. "Nosotros no elegimos a los candidatos. Somos parte de una fuerza política y la organización decidirá a los candidatos. No sé quién será", se limitó a señalar Antonio Rodrigo Torrijos al ser requerido sobre la sucesión de Francisco Manuel Silva.
La número cuatro en la lista es Ana García, militante de Juventudes Comunistas. El cinco es José Manuel García, actual coordinador local de IU y gerente del Instituto Municipal de Deportes. Será él quien adopte la decisión y plantee en su caso a la número cuatro que renuncie a su acta de edil.
El coordinador provincial del PCA, Juan de Dios Villanueva, ya planteó tras conocerse la dimisión de Silva la necesidad de abrir una "reflexión" sobre la reestructuración del grupo de IU. Sevilla es el principal área de gestión de una formación sumida en un proceso de renovación tras los últimos resultados electorales.
En este contexto, el PP trata de elevar la tensión. Monteseirín y Torrijos aludieron en sus discursos, y en sus posteriores declaraciones, a las trabas que "la derecha", "obedeciendo a grupos de intereses de la ciudad", según Torrijos, intentan frenar el avance de la ciudad, porque creen que "cualquier tiempo pasado fue mejor", como recordó el alcalde.
