Local

El alejamiento impedirá al Cuco vivir en Sevilla durante el juicio

El menor acusado de matar a Marta irá y volverá todos los días con custodia policial para respetar la orden de mantenerse a 50 kilómetros de la familia

el 21 ene 2011 / 18:43 h.

TAGS:

El juicio que comienza el lunes contra el Cuco, el menor acusado de violar y matar a Marta del Castillo hace dos años con la participación de cuatro adultos, respetará escrupulosamente la orden de alejamiento que se dictó para que no pueda estar a menos de 50 kilómetros de los padres de Marta. Esto obligará a la Policía Nacional a conducir cada día al joven desde el piso tutelado en el que vive, en otra provincia andaluza, hasta la Audiencia de Sevilla para asistir a las sesiones del juicio, y luego de vuelta a su domicilio, siempre con custodia policial. En total, serán más de 200 kilómetros diarios durante cada una de las 11 jornadas que, como mínimo, durará el juicio. Lo habitual es que las personas ingresadas en prisión en provincias distintas a la suya sean trasladadas a la cárcel más cercana para el juicio y así evitar los problemas de logística de los traslados diarios, aunque el Cuco no está en la cárcel sino en un piso tutelado por la Junta.

El tiempo que el Cuco pase ante el tribunal no supondrá un quebrantamiento del alejamiento, "porque éste sólo afecta a su actividad libre. Si lo llama un juez, está obligado a acudir porque es una causa de fuerza mayor", explica el catedrático de Derecho Penal y Procesal José Martín Ostos. "Si fuera víctima de un incendio y tuviera que ser ingresado en la planta de Quemados del Virgen del Rocío, ¿iban a dejar de traerlo por el alejamiento? No, es otra causa de fuerza mayor", pone como ejemplo este profesor de la Universidad de Sevilla.

El que los padres de Marta asistan al juicio tampoco supondría ningún quebrantamiento. "Ellos no tienen orden de alejamiento, pueden acercarse a él si quieren. Lo que no pueden hacer es acercarse y luego denunciarlo por incumplir la orden", detalla el catedrático Martín Ostos.

Será un detalle llamativo de uno de los juicios más mediáticos de los últimos años, con un centenar de periodistas de 30 medios acreditados, a pesar de que al ser a puerta cerrada la prensa ni siquiera podrá asistir. Lo que augura las dimensiones que alcanzará el juicio contra los cuatro adultos, en el que los periodistas sí podrán estar.
En el juicio, el fiscal y la acusación particular que ejercen los padres de Marta pedirán para el acusado la máxima pena prevista en la Ley del Menor: seis años de internamiento en un centro y tres de libertad vigilada. El Cuco está acusado de dos delitos de violación, uno de asesinato y otro contra la integridad moral por el daño causado al haber ocultado el cadáver, impidiendo que sus padres pudieran enterrarla.

El abogado del menor, por su parte, solicitará la absolución, ya que afirma que es inocente y que esa noche no estuvo en el piso de León XIII donde murió Marta. Alega que en sus dos primeras declaraciones confesó haber estado porque la Policía lo presionó.

Según el relato del juez que instruyó el caso, El Cuco, que entonces tenía 15 años, era amigo de Marta, de 17, y de Miguel Carcaño, de 20 años. La tarde del 24 de enero de 2009, en casa de Miguel, éste intentó besar a la chica y cuando ella se negó comenzó a agredirla brutalmente. El Cuco se sumó a la pelea y los dos jóvenes violaron a Marta, amenazándola con una navaja tipo mariposa y tapándole la boca para que no pudiera gritar, para finalmente asfixiarla con el cable de una alargadera. Tras comprobar con un tensiómetro que estaba muerta, alertaron a otro amigo de la pandilla, Samuel Benítez, para que les ayudara a deshacerse del cadáver. Al sacar el cuerpo del piso de León XIII coincidieron con el hermano de Miguel, Javier Delgado, y su novia, María García, que según el juez contribuyeron a ocultar el cuerpo y limpiar el piso para eliminar pruebas del crimen.

Para demostrar si eso fue lo que ocurrió, en el juicio están citados 66 testigos, entre ellos 11 peritos de la Policía Científica que analizaron la escena y extrajeron mediante procedimientos químicos la memoria de las manchas de sangre y otros restos biológicos que, pese a haber sido limpiados con lejía amoniacal, permanecían latentes en el dormitorio de Miguel. También declararán los padres de Marta, los del menor y chavales de la pandilla. Todos tienen que explicar cuándo y dónde coincidieron con el Cuco, ya que la acusación debe demostrar cuándo murió Marta y desmontar las coartadas que el Cuco tenga para esas horas.

El juicio comenzará con los relatos iniciales sobre el crimen que presentarán las acusaciones -fiscal y padres de Marta- y la defensa. Las primeras declaraciones serán la del Cuco y su padre, y luego comenzarán a desfilar ante el juez los testigos. Antes, será el turno de las cuestiones previas, momento en el que el abogado de la familia de Marta tiene intención de plantear la inconstitucionalidad del juicio. El letrado solicitará así la suspensión de la vista e intentará que todos los implicados en el caso sean juzgados en una única vista. Si esto le es denegado, pedirá que subsidiariamente Miguel Carcaño y el resto de adultos sean juzgados antes que el menor.

El guión del juicio, si el juez no estima la petición del abogado de la familia, fija el miércoles, ya que los martes no habrá sesión, como el día en el que prestarán declaración como testigos el asesino confeso de Marta, Miguel, el único que acusó al Cuco de haber participado en el crimen; y los supuestos cómplices Samuel, Javier y María. Ese día también declarará la jefa del Grupo de Menores de la Policía Nacional, que dirigió la investigación en colaboración con Homicidios.

El jueves acudirán los padres de Marta, Antonio del Castillo y Eva Casanueva, y su tío Javier, que pasó la noche de su desaparición buscándola. También la familia de Camas con la que vivía Miguel. El día 28 y el 31 de enero será el turno para diversos policías que participaron en la investigación. El 2 de febrero está previsto que declare la pandilla de Marta y los padres de los chavales que participaron en su búsqueda, y el día 4 será el turno de los amigos del Cuco con quienes estuvo de botellona esa noche. Posteriormente, se sucederán los peritos.

El juicio será grabado íntegramente con medios informáticos, aunque el contenido no se dará a conocer ni siquiera cuando se dicte sentencia, puesto que se celebra a puerta cerrada para proteger la intimidad del menor. Por ese motivo está previsto que la Policía conduzca al chico en coche hasta el garaje del edificio y lo lleve por el interior hasta la sala, para evitar exponerlo a un encuentro con familiares o con los curiosos que suelen congregarse en los juzgados.

Miguel, que llegará desde la cárcel de Morón, podría acceder igual o por el exterior. Los tres acusados que están en libertad deberán entrar por su propio pie, por lo que la Policía Nacional fijará un importante dispositivo de seguridad.

  • 1