Los alumnos transexuales podrán vestir el uniforme con el que se identifiquen

La Consejería de Educación aprueba un protocolo que establece medidas para favorecer la integración de este colectivo. El código se aprueba para colegios públicos y concertados después de la aprobación de la ley de transexualidad en el Parlamento.

el 27 jun 2014 / 12:12 h.

Alumnos de Primaria en una de las aulas del Colegio público Parque Clavero de Málaga. / Daniel Pérez (EFE) Alumnos de Primaria en una de las aulas del Colegio público Parque Clavero de Málaga. / Daniel Pérez (EFE) La Consejería de Educación, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía ha presentado un protocolo de actuación de identidad de género que establece medidas que pretenden favorecer la integración del alumnado transexual andaluz y evita acciones discriminatorias en las aulas de los centros públicos y concertados. Entre otras medidas, el protocolo incluye garantizar la libertad en el uso de la vestimenta con la que el estudiante se sienta identificado. Por otra parte, en los casos en los que el centro no disponga de aseos o vestuarios unisex, se garantizará que el alumnado transexual tenga acceso a las dependencias que le correspondan según su identidad de género. Respecto al código de vestimenta, si en el centro educativo en cuestión es obligatorio vestir un uniforme diferenciado por sexos, se reconocerá el derecho del escolar a vestir con ropas o uniforme femenino o masculino, en función de la identidad manifestada, lo que podría dar lugar a casuísticas complejas si, por ejemplo, se da un caso de estas características en alguno de los centros de educación diferenciada por sexo de Andalucía, a los cuales la Junta debe por ahora concertar, por resolución judicial, a pesar de su decisión inicial de retirarles la subvención. Recientemente unos padres han demandado al colegio concertado San Patricio de Málaga por impedir a una alumna transexual de seis años vestir con uniforme femenino o usar el baño de niñas, En este patrón de actuación, presentado ayer por el consejero del ramo, Luciano Alonso, se establece asimismo que, en los casos en que se requiera, la comunidad educativa del centro escolar se dirija al alumno o alumna con el nombre que acuerde la familia con la dirección del colegio o instituto, independientemente de su filiación oficial. También se adecuará la documentación administrativa del centro –listas de clase, boletín informativo de calificaciones, carnet de estudiantes, etcétera– en aquellas situaciones en las que se estime conveniente, considerando el género con el que se siente identificado el alumno o alumna, pese a que los documentos oficiales, por imperativo legal, deben mantenerse con los datos iniciales hasta alcanzar la mayoría de edad. Por último, otra de las medidas previstas en el documento es que se eviten realizar actividades diferenciadas por sexo en los colegios: si pese a todo éstas estuvieran suficientemente justificadas, se tendrá en consideración el género manifestado por el afectado. Todas estas medidas de carácter organizativo, establecidas en aras de «facilitar la libre expresión de género», según explicó el jefe de servicio de Convivencia e Igualdad de la Consejería, Francisco Javier García Perales, vendrán precedidas de un proceso previo de identificación y definición, en el que las propias familias, el propio alumno si éste es mayor de edad o el profesorado pueden poner la situación en conocimiento de la dirección del centro, al objeto de activar un procedimiento de entrevistas y orientación. El consejero de Educación, que puso en valor la labor de la Asociación de Transexuales de Andalucía (ATA) en la redacción del documento, destacó que el mismo supone un paso «decisivo» en la defensa del derecho a la igualdad y la «diversidad” del ser humano. «Ojalá no fueran necesarios estos protocolos, pero hay que establecer cauces que eviten el sufrimiento innecesario, especialmente entre los menores», manifestó. El protocolo se desarrolla tras la reciente aprobación en el Parlamento, por unanimidad, de la ley integral para la no discriminación por motivos de identidad y reconocimiento de los derechos de las personas transexuales de Andalucía y por la Ley de Educación de Andalucía. El Gobierno central ha mostrado sus dudas respecto a esta norma, que apoyó el PP-A, y estudia recurrirla por invadir competencias estatales. La presidenta de ATA, Mar Cambrollé, se congratuló de la «receptividad» de la administración andaluza a la hora de defender los derechos de la ciudadanía, con un protocolo, «hijo» de la Ley de Transexualidad andaluza, que no solo es pionero en España, sino que se ha elaborado con un lenguaje muy «meticuloso» alejado del «discurso biomédico» que ha derivado en un lenguaje «patológico». La Federación Andaluza Arco Iris también mostró su «satisfacción» por este paso, que impone «sentido común».

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