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El anonimato del prófugo más famoso

Un criminal buscado por Interpol por quemar a su mujer en Brasil vivía en una urbanización en la que apenas se han instalado aún vecinos.

el 06 may 2010 / 21:12 h.

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La zona tiene un aspecto solitario porque aún hay muchos adosados vacíos.

La vida en España de Luiz Henrique Sanfelice, uno de los prófugos más famosos de Brasil pero un desconocido en España, era tan discreta que encontrar a un vecino que lo conozca es misión imposible. La Interpol llevaba dos años buscándolo, desde que un día Sanfelice no volvió a prisión, donde cumplía 19 años y tres meses de condena por haber quemado viva a su mujer, una conocida periodista del país.

El martes, a las seis y media de la tarde, la Policía Nacional lo detuvo a las puertas de su casa en la calle Sierra de Baza de Bollullos, donde vivía usando su verdadera identidad. Sólo había españolizado su nombre y añadido su segundo apellido, pasando a llamarse Luis Enrique Sanfelice Fernández. Pero en España no parecía mostrar temor a ser arrestado, ya que llegó a pedir ayudas públicas para un curso de formación profesional. Mientras se tramitaba la ayuda necesitaron notificarle algún asunto, pero probablemente cambió de casa y no dieron con él, por lo que la Junta de Andalucía le requirió a través del Boletín Oficial que acudiese a informarse al Servicio de Empleo.

Es poco probable que su detención tuviera testigos, ya que su calle es la última de una urbanización casi deshabitada a las afueras de Bollullos, frente a una fábrica abandonada y una parcela plagada de margaritas. Los vecinos se cuentan con los dedos de una mano, porque gran parte de las viviendas han sido entregadas hace poco. Pero ni los que llevan más años tenían ayer ni idea de quién era el vecino del último adosado, al que ni recordaban. "Aquí no nos conocemos entre nosotros", explicaron varios. Tampoco habían oído hablar del asesinato de su mujer, de escasa trascendencia en España.

En Brasil, sin embargo, su truculenta historia hizo correr ríos de tinta: la periodista Beatriz Helena de Oliveira, con la que llevaba 12 casado y con compartía un hijo de cuatro, despareció el día de los Enamorados de 2004 -12 de junio en Brasil-, en Nuevo Hamburgo, en el área brasileña de Río Grande del Sur. Sanfelice, ejecutivo de una empresa de calzado, denunció la desaparición. Al día siguiente el cuerpo fue encontrado carbonizado en su coche. En el entierro Sanfelice besó repetidamente el féretro de su mujer, y al día siguiente lideró una marcha contra la violencia, llevando en los brazos una foto de ella. Pero tres días después la Policía lo detuvo como principal sospechoso del crimen, por el que fue condenado en 2006.

En 2007 fue trasladado a un centro semiabierto: sólo iba a dormir y de día trabajaba. Pero tras decidir un juez que regresara al régimen cerrado, en abril de 2008 no volvió al centro y llamó a un familiar para decirle que iba a coger un vuelo a otro país, según publicó la prensa del país. Sanfelice había logrado en el consulado de España en Río de Janeiro la doble nacionalidad, al ser hijo de española, por lo que siempre se sospechó que podía estar en España. Algo aumentó la sospecha: en 2005 tuvo otro hijo, que voló con su madre a Madrid en 2008. Cuando Interpol informó a la Policía española, ésta comprobó que Sanfelice se había sacado el DNI en Burgos en 2009. Sólo tuvo que buscarlo en su casa.

La familia de Sanfelice, con la que solía hablar por teléfono, lamentó su arresto alegando que estaba rehaciendo su vida y que trabajaba con normalidad en una empresa de seguridad en España, donde se había visto "obligado" a huir para no volver a ser encerrado, según publicó ayer el periódico Zero Hora, de Porto Alegre.

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