El cierre del Centro al tráfico requiere de aparcamientos en rotación en los alrededores, por eso para el acceso Norte es fundamental el parking de la Barqueta. El problema es que su construcción obligará a levantar el parque de los Perdigones, inaugurado a finales de 2001.
Las obras de construcción del aparcamiento subterráneo de la Barqueta -que se prevé que tenga 400 plazas rotatorias y 200 para los vecinos- durarán alrededor de un año, el tiempo que tendrá que cerrarse el parque de los Perdigones (con bastante éxito de público), según fuentes municipales consultadas.
El Ayuntamiento ha decidido que la mejor ubicación para este parking es el subsuelo de la zona verde que se estrenó a finales de 2001 junto a la Resolana, tras la eliminación del asentamiento chabolista, ya que la otra opción es construirlo bajo la glorieta de Cayetana de Alba, por donde pasan alrededor de 60.000 vehículos al día. Esto es, que de cortarse la vía por las obras, el colapso de tráfico podría afectar a gran parte de la ciudad porque las vías alternativas son insuficientes.
Según los responsables municipales, es preferible que medio centenar de vecinos se queden sin parque durante un año a que la ciudad se haga casi intransitable en coche durante 365 días.
Por este motivo, el aparcamiento subterráneo se construirá bajo el parque de los Perdigones. Está por ver si afectará al acceso a la torre del mismo nombre, abierta como atracción turística desde marzo de 2007.
Por ahora, el Gobierno municipal no ha concretado cuándo se licitará la obra del parking de la Barqueta, si bien el concejal de Movilidad, Francisco Fernández, sí ha avanzado que este verano le tocará el turno a una decena de aparcamientos subterráneos para residentes en los barrios. El de Barqueta tendrá que esperar.
Inconvenientes. Estaba previsto que el plan de aparcamientos disuasorios se impulsase definitivamente hace ya casi once meses, pero no ha sido así. En el caso del parking de Barqueta por la incógnita de su ubicación. Además, se hallaron problemas con las canalizaciones de Emasesa. De hecho, en el entorno de la glorieta de Cayetana de Alba existe un nudo de canalización de la empresa metropolitana de agua que dificultaría la construcción del aparcamiento, lo que -alegan fuentes municipales- refuerza la decisión de ubicarlo bajo el parque.
El entramado de aparcamientos rotatorios diseñados en el perímetro del Centro se completa con las 500 plazas de José Laguillo (300 rotatorias) y las 535 del Paseo de Colón, que podrían duplicarse si los estudios encargados apuntan que es viable. Al margen quedan las instalaciones de la Avenida de Roma y Plaza de Cuba. Lo que también sigue pendiente es la zona de estacionamiento subterráneo en la Glorieta del Cid y el Prado, que cubrirían el acceso al Centro por el Sur.
Estos aparcamientos deben, además, compensar la supresión de unas 1.600 plazas rotatorias que hay en el Centro y que están llamadas a desaparecer en un futuro si se cumple la previsión marcada por el Plan General de Ordenación Urbana.
