Homenaje emotivo y muy merecido el que el Sevilla FC ha tributado este mediodía en el Foro de la Fundación, en el Ramón Sánchez Pizjuán, a Javier Labandón, más conocido como El Arrebato, el popular artista que ha compuesto uno de los himnos más reconocibles del fútbol mundial, el himno del Centenario del Sevilla FC, una composición que ha trascendido incluso al propio sevillismo, que lo ha incrustado en su ADN, por cuanto es cantado por las aficiones de otros equipos como sucede con otros himnos para la historia como los del Liverpool o los del Celtic, como bien recordó en su alocución el presidente del Sevilla FC Pepe Castro.
"Ha sido la banda sonora de los éxitos del Sevilla, le pusiste música a nuestra época gloriosa", dijo Castro, quien subrayó que El Arrebato cedió los derechos del himno al club. "Es el grito de guerra previo a las grandes batallas, pusiste cardíacos a los sevillistas antes de aquel partido ante el Schalke cantando el himno sobre el césped, patas arriba el Santiago Bernabéu en aquella final de Copa, sin calzarte las botas has marcado uno de los goles más importantes de la historia del club".
"Jamás has pedido nada, siempre has sido fiel y honesto, otros clubes te tentaron para que les hiciera otro himno parecido y dijiste que no porque esas cosas se hacen desde el corazón, y desde el corazón te hacemos este homenaje", aseguró Castro.
"Si el equipo juega con la pasión que imprime el Arrebato este jueves, Turín estará muy cerca. Gracias por tu arte, por tu sevillismo, gracias por dar lo mejor de ti, gracias por ese grito de ilusión y guerra", concluyó el presidente del Sevilla, en un acto en el que estuvo presente Fernando Navarro, uno de los capitanes de la primera plantilla, así como exjugadores como Rafa Paz que le entregaron una camiseta de Croacia firmada por Davor Suker, el ídolo de El Arrebato, y del que se mostró un vídeo junto a otros futbolistas del club como Kanouté, Maresca o Negredo, que tuvieron palabras para el artista, mientras Andrés Palop, Maresca y Daniel Alves aparecieron cantando el himno en otras imágenes. El barcelonista, con un estilo particular que provocó risas, y dio también la enhorabuena a Labandón.
"El que me conoce sabe la ilusión que me hace esto", arrancó en su discurso El Arrebato."Nadie en el mundo puede estar tan orgulloso como yo ahora, el que es futbolero sabe lo que puedo sentir, quién me lo iba a decir a mí, ese niño que venía al fútbol, pocas veces, porque éramos ocho hermanos y estábamos tiesos. Pintaba una portería en la pared y recreaba las jugadas del Sevilla, yo era el diez, por supuesto, y marcaba el gol del héroe", contó sobre su historia vital unida al Sevilla FC.
"Primero venía a ver a Bertoni, Scotta, a veces intentábamos colarnos en Gol Sur, haciéndole chantaje emocional al portero, que tenía un gran corazón". "Después estuve dos o tres años con los Biris. Me casé con 19 años y empecé a venir con mis hijos. En fondo, ahora estoy en preferente, peso si la vida se tuerce intentaré colarme otra vez a gol sur. Esto es lo que ha vivido cualquier sevillista".
"Vine con mi maqueta, me recibió Castro, Monchi, Vizcaíno
y como no encontrábamos un reproductor de CD, no quise que la oportunidad de mi vida pasara `por los altavoces pequeños de ordenador de oficina. Bajamos y lo escuchamos en mi coche ante la puerta de cristales. A mí me gusta, me dijo Pepe Castro. Me pegué seis meses dándole vueltas a esa frase y se la decía a todo el mundo", contó en el atril ante su familia y amigos como César Cadaval o Rafa Almarcha, que intervinieron en la producción del himno.
"Soy el hombre más afortunado del planeta, poca gente puede contar esto que me ha pasado a mí. En todas las ciudades me lo piden y lo cantan con mucho respeto. Cuando canto vuelvo a venir con mi padre y mis hijos al Pizjuán, y vuelvo a fondo, y a pintar aquella portería en el patio de mi casa. Sólo se vive una vez y habiendo sido el autor del himno del Centenario es más que suficiente vivir una vida", dijo emocionado.
Sobre lo que siente cuando escucha a todo el estadio cantando su canción dijo que "es indescriptible, no existe la palabra para expresarlo, un éxtasis muy grande, algo que tu haces, es el club de tus amores y ves a todo el estadio cantando, es muy grande. No podía imaginarme todo esto. Iba a ser una anécdota de la que me iba a sentir orgulloso, y se ha convertido en todo esto, ya no es el himno del Arrebato, es del Sevilla FC".
