Las obras enmarcadas en el proyecto de reforma de la calle Molares ya están en marcha. Y con ellas, en los próximos días llegarán los cortes de tráfico a la principal arteria de circulación de Utrera: la conocida popularmente como La Vereda, en su tramo integrado por la avenida San Juan Bosco (el de María Auxiliadora no se verá afectado).
Para todas estas obras hay fijado un estricto calendario ya que afecta a la principal vía de comunicación dentro del casco urbano. En esta primera fase, desde la glorieta de Pío XII hasta San Juan Bosco, se acometen sin interrumpir el tráfico, en un periodo de trabajo que abarcará hasta el día 31. Tras este tramo, del 31 de octubre al 1 de noviembre, se continuará hasta el callejón de la Fruta, tratando de trabajar durante el fin de semana para que los cortes de tráfico sean los mínimos posibles.
Posteriormente, el calendario prevé que del 2 al 16 de noviembre, los operarios continúen en la confluencia de las vías Molares, Álvarez Hazañas y San Juan Bosco. Mientras, Molares será cortada al tráfico el 24 de noviembre hasta la finalización de las obras.
No obstante, tanto la adjudicataria de las obras (Imesapi) como el propio Ayuntamiento de Utrera están barajando la posibilidad de realizar los trabajos por fases para no tener que cerrar al tránsito la totalidad de la misma, aunque dicha decisión dependerá de las dificultades que esto plantee para la ejecución.
Precisamente sobre las restricciones y cortes en el tráfico, el equipo de gobierno (PA) señaló que informará puntualmente a los ciudadanos, priorizándose el uso del transporte público y los accesos peatonales.
Con un presupuesto de 842.489 euros, el proyecto está enmarcado en las propuestas contempladas por el Ayuntamiento de Utrera para financiar con los fondos del Programa de Transición al Empleo de la Junta de Andalucía (Proteja).
Concretamente, las obras formarán parte de la primera fase del proyecto de arreglo de Molares, que llegará hasta su intersección Juan Domínguez. Mientras, ya se está elaborando el proyecto para la segunda fase, que llegará hasta el final de la citada vía, para lo que se buscarán otros fondos. Las calzadas se reducirán hasta los seis metros de anchura, "para poder disponer de grandes acerados", según el edil de Obras, José Antonio López León. También se creará una línea de aparcamiento en batería, lo que permitirá que existan más plazas.
En cuanto a la nueva arboleda, la primera parte de la vía tendrá naranjos y prunus. Otra de las modificaciones que traerá consigo la ejecución del proyecto afectará al espacio libre existente en la trasera de los quioscos de flores y golosinas, que también se acondicionará con juegos infantiles. El plazo de ejecución de las obras es de ocho meses, por lo que acabarán en mayo de 2010.
