Menú
Local

El Ateneo ya trabaja en carrozas autopropulsadas para los Reyes de 2017

Fue una de las «metas» que se marcó ayer la nueva junta directiva de la Casa Docta durante el acto de toma de posesión en el que Alberto Pérez Calero renovó su cargo como presidente.

el 08 feb 2014 / 11:01 h.

TAGS:

Ni en camellos ni tirados por todoterrenos. Los Reyes Magos preparan un nuevo medio de transporte para desembarcar en Sevilla. El Ateneo, institución encargada en organizar la comitiva de la ilusión, trabaja en la que será la gran novedad de la Cabalgata de 2017, la número 100, desde que se instaurara esta fiesta del 5 de enero. Ayer el reelegido presidente de la Casa Docta anunciaba que Melchor, Gaspar y Baltasar vendrán en «carrozas autopropulsadas», renovando así «el firme compromiso» con los niños sevillanos. zoido-ateneoFue una de las «metas» que expuso Pérez Calero en el acto de toma de posesión de la nueva junta directiva que encabeza y que el pasado 29 de enero se impuso con contundencia a la lista crítica de Anselmo Valdés al recabar 469 votos frente a los 174 de su oponente. Pérez Calero, que tomó la palabra tras producirse los nombramientos de los cargos, esbozó levemente la hoja de ruta de los próximos años. En este tiempo enmarcó proyectos tan anhelados en la calle Orfila como habilitar «una sede permanente de la Cabalgata de Reyes» y «su museo» para engrandecer una fiesta que concita la atención de toda la ciudad. Fue en este contexto cuando introdujo la novedad –pues no iba en el programa electoral– que «la Cabalgata de Reyes del centenario contará con carrozas autopropulsadas», un novedoso mecanismo que ya disponen otros cortejos reales del país, como el de Madrid. Pero hubo más «metas» para este equipo de trabajo que integran nombres tan conocidos, como el doctor José Pérez Bernal (Sección de Ciencias Morales y Políticas), el exconservador del Alcázar José María Cabeza (Sección de Defensa del Patrimonio Histórico y Cultura) o Ana María Álvarez Silván (vicesecretaria). Rostros nuevos que recibieron su medalla correspondiente y las primeras directrices. Para ellos y también para los socios, fueron las palabras de Pérez Calero, quien apostó por abrir un nuevo tiempo de trabajo de acorde a estos tiempos:«No podemos permanecer indiferente a la vida actual y tenemos que trabajar para ocupar un puesto preeminente en nuestra sociedad. El silencio, la negligencia y la decepción haría cambiar la naturaleza de esta institución cultural que siempre ha estado al servicio de la ciudad». Para ello abogó por «respetar el pasado y exaltar sus hechos relevantes», pues puede ser útil para el devenir de la Casa Docta, pero también habría que «abrir las puertas a quien lo desee» para seguir prestando «un inestimable servicio a Sevilla». A lo que remachó con la siguiente declaración de intenciones:«No podemos vivir solo de tradiciones, sino que hay que renovarse y profundizar en los problemas actuales». La receta para alcanzar esta retahíla de logros parece estar clara: «Hay que poner sosiego, mesura y libertades compartidas a través de la cultura, fuente principal de avance de las sociedades», prosiguió Pérez Calero. Sus palabras fueron seguidas con atención por el rector de la Universidad Pablo de Olavide, Vicente Guzmán Fluja; y la vicerrectora de Relaciones Institucionales de la Universidad de Sevilla, Teresa García Gutiérrez. La mesa presidencial la completaba el alcalde de Sevilla. Juan Ignacio Zoido no eludió el conflicto vivido la noche electoral con amago de impugnación por parte de la lista de Valdés al denunciar que no habían competido en igualdad de condiciones por no tener acceso al censo e irregularidades en el recuento de los votos por correo. El máximo representante de la ciudad apeló a la necesidad de «un Ateneo fuerte y unido» que «se vuelva a convertir en el faro de la cultura», donde encuentre apoyo «el talento de jóvenes sevillanos». Igualmente, subrayó la misión de esta institución como «centro neurálgico», que abre «nuevos caminos a la sociedad». Una responsabilidad que recae de nuevo en el equipo de Pérez Calero porque «un Ateneo fuerte siempre fue bueno para Sevilla».

  • 1