Los islamistas detenidos hace una semana en Barcelona no tenían explosivos suficientes para cometer un atentado inminente. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, admitió ayer que "existen dudas" sobre la inminencia del ataque que, según un juez de la Audiencia Nacional, los presuntos terroristas islamistas pretendían cometer el mismo fin de semana en el que fueron detenidos.
Rubalcaba precisó que la Guardia Civil no halló la suficiente cantidad de explosivo "que permita inferir un atentado inminente", y que la única información sobre esa acción la facilitó un testigo protegido al que se da credibilidad, "aunque haya dudas".
Rubalcaba, que subrayó que la operación sigue abierta, señaló que en el momento de la detención los presuntos terroristas disponían de unos 20 gramos de nitrocelulosa enriquecida o con perclorato que no se sabe dónde se adquirió, aunque dijo que "no es difícil" conseguir esta sustancia.
Célula. El ministro del Interior explicó que los terroristas formaban parte de una célula radical islamista organizada que estaba preparando la comisión de atentados y que estaba compuesta por líderes espirituales, personas con conocimiento en la fabricación y manejo de explosivos y presuntos suicidas, que, según los informes presentados por la Guardia Civil, eran tres.
