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''El avión no debió haber volado''

el 16 sep 2009 / 07:24 h.

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Ayer se cumplió el primer aniversario del accidente del vuelo JK- 5022, pero los supervivientes y los familiares de los 154 fallecidos lo vivirán como si fuese ayer, porque aunque ya han pasado 12 meses todavía no hay un informe definitivo sobre las causas del siniestro. Lo que repiten es que "el avión no debió haber volado".

De forma tan clara y contundente se expresa el vocal de la Asociación Afectados del Vuelo JK- 5022, Javier Rodríguez Torres, -representa a las familias de 108 fallecidos y a 10 supervivientes-, quien afirma que "la seguridad aérea en España deja mucho que desear. Ese accidente se podía haber evitado, porque el aparato llevaba varios días dando problemas".

En el avión de Spanair volaba su cuñada María del Carmen y el novio de ésta, Gabriel, que, en opinión de Javier Rodríguez, ahora podrían estar vivos si ese vuelo nunca hubiese partido. A la desgracia de haber perdido a seres queridos se une ahora que muchas de las promesas que les hicieron se han quedado por el camino. Cree que tanto la empresa como algunas autoridades se están olvidando de ellos y sólo ahora, en el aniversario, vuelven a acordarse. A este afectado, sin embargo, no le duelen prendas en elogiar la labor que está realizando el juez que lleva el caso, Javier Pérez: "Tiene todos nuestros respetos, quiere saber la verdad y al final se sabrá qué es lo que realmente pasó, porque se cometieron muchos errores y la culpa está muy repartida, de ella no se libran ni Fomento, ni Spanair, ni el fabricante del avión".

Por todo ello, Rodríguez explica que la asociación está realizando una investigación de forma paralela en la que se están descubriendo muchas cosas que ya se darán a conocer.

Igual de dolido se muestra Luis Rey, que en el accidente perdió a su hija Marisa, su yerno Mario y sus nietos Víctor y Sergio. Este hombre reitera por activa y por pasiva que en España se sigue volando sin seguridad: "¿Quién pasa revisión a los aviones? Fomento sólo tiene dos inspectores para todos los vuelos que se realizan en España". A esta crítica, Luis Rey añade la de falta de seguridad en el aeropuerto de Barajas que, según denuncia, primero se construyeron las terminales y luego las pistas, "además el barranco en el que se metió el avión en el que viajaba mi familia sigue sin taparse, al que hay que añadir el que hay en la pista 18". Sin embargo, y a pesar del dolor que todavía le invade, confía en que la verdad de lo que ocurrió se terminará sabiendo. Mientras, Zaida Rodríguez, una de las portavoces de la asociación, que perdió a sus padres en la tragedia, espera que el juicio se lleve a cabo antes de fin de año, aunque reconoce que el proceso es difícil, y explica que una de las cosas que le produce más "desconsuelo" es la lentitud con la que se está desarrollando el procedimiento judicial.

Esta mujer remarca que "vamos a ir a por todas", porque cree que hubo "un cúmulo de responsabilidades por parte de muchas personas, que sabiendo que se hacían mal las cosas seguían adelante". "Pediremos responsabilidades hasta el último extremo", apostilla.

Pero si los familiares de los fallecidos tienen la herida fresca por la pérdida de sus seres queridos, los supervivientes como José Pablo Flores y Ligia Palomino sí que no pueden olvidar. Ligia además perdió a su hermana Ana Gemma en el siniestro, por lo que, "aunque me gusta mucho volar, ya no puedo; me da pánico", explica a Efe junto al Parque Juan Pablo I de Madrid, donde se levantará un monumento en recuerdo de las víctimas. Y es que, si superar las lesiones físicas ha sido duro, lo peor son las psíquicas que te llevan a "dar muchas vueltas a las cosas, a pensar que ojalá hubieran cambiado el avión, que ojalá ese mecánico lo hubiera arreglado bien; y la medicación no ayuda", señala.

Su novio, que trabaja en la asociación de afectados, tiene como mayor preocupación "saber qué ocurrió y que no se vuelva a repetir", para lo que exige que se refuercen la calidad y la cantidad de las inspecciones de los aviones.

Por su parte, Loreto González, que como la mayoría de las víctimas sigue recibiendo atención psicológica para afrontar el recuerdo del accidente al que sobrevivió, pero en el que perdió a su hija, admite que "aunque hayan pasado 12 meses es como si hubiera sido ayer". Esta mujer, en declaraciones a Efe, admite que es muy difícil enfrentarse al primer aniversario del accidente, del que dice se salvó porque es médico y pudo indicar a los equipos de emergencia que le pincharan en la pleura.

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