La solución a la crisis del euro pasa por la comarca malagueña de la Axarquía. Allí, circula desde hace 24 años una moneda única, porque solo la utilizan en la zona, y de valor real, porque vale lo que pesa. Es el axarco y tiene vestigios árabes. Ahora sus creadores reivindican su expansión para sustituir al tan debilitado euro.
La familia del fundador, Antonio Gámez Burgos, propone que se generalice el curso por la propia Axarquía, por ejemplo entre los asociados de colectivos de comerciantes, con la finalidad de que se genere un comercio interno entre ellos. Además, la Fundación Axarco, precursora de la moneda, ha decidido poner a disposición de las diferentes administraciones públicas de la Axarquía este elemento y ha pedido que se realicen nuevas impresiones y acuñaciones de billetes y monedas.
El fin es utilizar "un recurso económico con valor real", opina José Luis Gámez, hijo del fundador y presidente de la fundación, quién además cree que puede ser un estímulo turístico en la zona. Para él, la moneda única europea ha alcanzado su décimo aniversario con la percepción entre la gente de que "no vale lo que realmente cuesta".
El valor monetario del axarco tiene valor en sí mismo ya que su precio se establece en relación a su peso en plata. Así, la moneda de mayor valor es la de 20 gramos de plata, que equivale a 20 euros, seguida de la de 10 euros, la de 4, denominada axarquillo y la de 45 céntimos, a la que se conoce como miajaxarquín. Los billetes son cheques al portador con valor en pesetas.
