El retraso en los pagos a las empresas que prestan servicios a la administración local es uno de los factores que más desestabiliza las cuentas de las compañías que trabajan con el sector público. Las tramitaciones son lentas y transcurre un prolongado periodo de tiempo entre la facturación de un servicio y el pago de la cantidad acordada.
Entre las medidas anticrisis del Gobierno central se incluyó una línea de crédito a través del Instituto de Crédito Oficial que permitiría cobrar por adelantado los trabajos facturados antes del mes de abril, con un máximo de 300.000 euros por cada negocio y con un presupuesto de 64 millones de euros para Sevilla. Esta ayuda se realiza a través del BBVA, que deja así este servicio con unos intereses muy bajos. El plan ha permitido al Consistorio realizar su acuerdo con la citada entidad bancaria y remitirle 383 facturas correspondientes con 128 proveedores y con un importe de 3.888.699 euros.
Este acuerdo ha servido de base al Consistorio para activar una línea de ayudas complementaria que ha negociado la Delegación de Hacienda, que dirige Nieves Hernández, con la misma entidad, el BBVA. En este caso, el Ayuntamiento sirve como garantía de que el dinero será ingresado, y la entidad bancaria lo abonará a las empresas proveedoras con un interés mínimo del 1,6%. Esta línea de ayudas se mantendrá hasta el mes de noviembre y tendrá un tope de 15 millones de euros. El proyecto es ampliar esta prestación más allá del mes de noviembre ante las ventajas que ofrece a las empresas y al no tener coste alguno para el Consistorio.
"Vamos a conseguir acortar sensiblemente los plazos, que en el Ayuntamiento de Sevilla ya eran menores que en otras ciudades", explicó Hernández. Para ello, se ha remitido una circular a las delegaciones para que tramiten los expedientes en menos de 20 días -ahora se pueden tardar hasta dos meses- e Intervención los gestionará en un máximo de cinco -frente al mes que tarda ahora-. El pago se podrá realizar así en un mes.
