El Ayuntamiento de Écija se ha quejado de que las obras de encauzamiento del arroyo Argamasilla no cumplen los plazos que dio la Junta de Andalucía, que estimaba que terminarían a final de año. El edil de Medio Ambiente, Carlos Onetti (PP), lamentó públicamente que «siguen ralentizadas y con muy poco personal», y acusó a la Junta de incumplir «los plazos que nos dijeron». En una visita a las obras pensadas para eliminar el riesgo de inundaciones en Écija, Onetti demandó que se cumpla con los plazos para su finalización. Se trata de unas obras que cuentan con un presupuesto de más de 30 millones y que se realizan a lo largo de 3,2 kilómetros en el cauce del arroyo, de los que 1,3 kilómetros corresponden a un tramo en túnel soterrado. Onetti hizo esta valoración cuando se están llevando a cabo las obras de limpieza de los 3.668 imbornales de la ciudad y de la embocadura del arroyo, acciones que se acometen antes de que comiencen las lluvias. «Es muy importante hacer esta limpieza en prevención de que puedan venir aguas», señala el concejal de Medio Ambiente, que recuerda que la empresa responsable del suministro de agua y del alcantarillado, Aqua Campiña, es la encargada de llevarla a cabo dos veces al año. Las tareas de limpieza se han iniciado a la conclusión de la Feria y se prolongará aproximadamente hasta finales de noviembre. En esta ocasión, van a incidir en las zonas inundables de la ciudad, «porque ya sabemos todos el miedo que tenemos a las inundaciones hasta que no se finalice el desvío del arroyo Argamasilla», explicó Onetti. En el caso de la limpieza de la embocadura del arroyo, se está llevando a cabo desde la embocadura hasta la presa de escollera. El concejal de Medio Ambiente señaló que «en estos momentos se está finalizando la conexión del desvío del arroyo del Barrero, que se prevé que para la semana próxima esté ya concluida, tras lo cual comenzarán a cubrir el canal en el tramo que va desde el Puente de Hierro hasta la glorieta del cementerio». Gracias a estas obras, el nuevo cauce del Argamasilla derivará al río Genil, sacando el curso del arroyo fuera de los límites del casco urbano y recogiendo de paso las aguas de los arroyos del Físico, Barrero, Cabrera, San Cristóbal y Cementerio, para proteger a la ciudad de posibles riadas.
