Local

El Ayuntamiento deberá rebajar los badenes para cumplir la ley nacional

El metro no engaña: los badenes para reducir la velocidad en Sevilla superan el límite impuesto ahora por Fomento tanto en altura como en anchura y se quedan cortos en la rampa mínima que debe anticiparlos. El Consistorio se verá obligado a retocarlos si no quiere reclamaciones al más mínimo accidente. Foto: A.Acedo.

el 15 sep 2009 / 18:04 h.

TAGS:

El metro no engaña: los badenes para reducir la velocidad en Sevilla superan el límite impuesto ahora por Fomento tanto en altura como en anchura y se quedan cortos en la rampa mínima que debe anticiparlos. El Consistorio se verá obligado a retocarlos si no quiere reclamaciones al más mínimo accidente.

El 31 de octubre, el Ministerio de Fomento aprobó una nueva normativa por la que regula los badenes de España. Al fin, como llevaban años pidiendo las organizaciones de automovilistas, en todo el país deberán tener la misma altura, la misma anchura y el mismo material. El objetivo es que sigan siendo efectivos contra la velocidad o para evitar un atropello sin dañar el coche ni la espalda de los conductores.

El Gobierno exige que tengan al menos un metro de rampa para que el impacto sobre los bajos del vehículo sea menor, así como cuatro metros de longitud -de superficie elevada- y diez centímetros de altura como máximo. Deberán estar hechos de hormigón o material asfáltico. También serán válidos los llamados lomos de asno, esas bandas de goma negras y amarillas, que no pueden exceder los siete centímetros de alto, y las bandas transversales de alerta, para advertir al conductor de que reduzca su velocidad.

Esa es la teoría. La práctica, al menos en Sevilla, es que no hay badén que se ajuste a esta horma, y se puede demostrar metro en mano. En un sondeo poco científico pero bien significativo, destaca el badén situado justo bajo el Puente del Alamillo, cerca de la entrada del parque, que casi duplica la altura límite (nueve centímetros de más), que no llega al medio metro de rampa (lo que hace muy violento el impacto con los neumáticos) y está señalizado con colores irregulares, según la Dirección General de Tráfico.

En Sevilla Este, entre las Avenidas de las Ciencias y la Aeronáutica, existen cuatro badenes para elevar el carril bici, situados en plena curva, que tienen tres veces menos largura de lo que fija el Ministerio y que sólo tienen 30 centímetros de rampa. En Alcosa, la proliferación de montañas de hormigón se alterna con badenes de goma situados aleatoriamente, pues tanto da si están en grandes avenidas donde se coge velocidad (donde son recomendables) como en una esquina de un descampado. Los conductores de Tussam ya tiemblan a pensar en una ruta por Miraflores, de tanto subir y bajar.

Fomento no cuestiona la utilidad de los badenes, pero sí la anarquía con la que se instalan. De ahí que haya normalizado su uso. Las administraciones tienen dos años para adaptarse y las primeras adaptaciones se harán en carreteras estatales. Sin embargo, Mario Arnaldo, de Automovilistas Europeos Asociados (que ha redactado la norma junto al ministerio) confirma que "los ayuntamientos tendrán que pasar también por el aro, pues se arriesgan a ser sancionados y perderán las reclamaciones que les presenten los conductores". Ya hay ciudades, como Bilbao, que han pedido a Fomento que les aclare cómo debe adaptarse.

  • 1