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El Ayuntamiento impone 1.191 multas por pintadas por 142.320 euros

La limpieza de los graffitis vandálicos en fachadas y monumentos cuestan a las arcas municipales más de 700 euros al día, 260.000 euros anuales.

el 10 sep 2014 / 11:35 h.

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La glorieta de Covadonga ha sido uno de los últimos objetivos de los vándalos. / J.M. Paisano La glorieta de Covadonga ha sido uno de los últimos objetivos de los vándalos. / J.M. Paisano El reciente episodio de las pintadas realizadas a uno de los grupos escultóricos de la glorieta de Covadonga, en el Parque de María Luisa, apenas dos días después de su restauración con una inversión municipal de 62.000 euros, ha puesto sobre la mesa el eterno problema del vandalismo en la ciudad que cada año cuesta 260.000 euros a las arcas públicas solo para la limpieza de fachadas, mobiliario urbano y monumentos. Son conductas incívicas difíciles de castigar, ya que los infractores suelen actuar a escondidas y en zonas no siempre vigiladas. Pese a ello, el alcalde, Juan Ignacio Zoido, anunció ayer su intención de «redoblar» la vigilancia al respecto y lanzó el mensaje de que estas conductas «se persiguen». De hecho, el Ayuntamiento facilitó ayer a este periódico datos sobre las sanciones impuestas en el último año por este tipo de actos:1.191 de las 1.248 denuncias presentadas, por un importante total de 142.320 euros. La cifra, pese a todo, no llega a cubrir el desembolso que el vandalismo cuesta al Consistorio. La mayoría de estas multas fueron impuestas por pintadas y graffitis en fachadas, mobiliario urbano, edificios públicos y monumentos, si bien algunas también se debieron a la pegada de carteles en lugares no autorizados. En ambos casos se trata de infracciones leves sancionadas en la Ordenanza municipal de Limpieza Pública y Gestión de Residuos Urbanos con entre 90 y 300 euros de multa «sin perjuicio de exigir, cuando proceda, las responsabilidades de carácter penal o civil correspondientes». Los ataques no se concentran en determinadas zonas sino que afecta prácticamente a toda la ciudad, aunque los edificios con fachadas diáfanas y paredes lisas son los preferidos por los vándalos. En el caso de los monumentos, fuentes y estatuas de jardines y paseos suelen ser la diana. En los últimos años, la Pila del Pato, la fuente de la Puerta de Jerez o las esculturas dedicadas a Curro Romero junto a la Maestranza o a la Duquesa de Alba en los Jardines del Cristina han sufrido destrozos y pintadas. En el caso de las fachadas o mobiliario urbano, la limpieza corresponde a Lipasam, que cuenta con cuatro equipos destinados a este tipo de servicios dotados de un operario y un furgón hidrolimpiador cada uno, además de herramientas y productos específicos. El año pasado sus trabajadores emplearon 236.471 minutos en limpiar 6.399 fachadas. Los graffitis se realizan habitualmente con spray o rotuladores indelebles, principalmente de color negro, pero según explicaron fuentes municipales, la técnica para limpiarlos depende de si la superficie de la pared es o no porosa ya que en el primer caso se usan un producto decapante y posteriormente agua a presión mientras que en los segundos «es prácticamente imposible eliminar la pintada» por lo que tras el decapante con el que «únicamente se consigue difuminar la pintada» se aplica una capa de pintura encima de un color similar al de la pared tratada. De las 6.399 fachadas en las que se intervino en 2013, se aplicó decapante en 1.267, agua a presión en 806, hubo que repintar 3.258 y se eliminó con método manual en 3.147. La limpieza de las pintadas en los monumentos competen a Conservación de Esculturas y Monumentos, dependiente de Urbanismo, ya que necesitan técnicas especialmente cuidadosas y de conservación. Urbanismo cuenta con una partida específica para conservación de monumentos por vandalismo. Pese a que las pintadas y pegada indebida de carteles centran los actos vandálicos, los daños sobre el mobiliario urbano se ceban sobre todo con papeleras y contenedores. El año pasado Lipasam tuvo que reponer 1.617 contenedores (341 más que en 2012) y 472 papeleras arrancadas o rotas, si bien en total hubo daños a 5.932 contenedores y papelas, el 12,8 por ciento del total. Zoido aprovechó ayer para lanzar un mensaje de condena y concienciar a la ciudadanía de la importancia de cuidar el patrimonio.

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