El Ayuntamiento ha abierto una investigación interna para esclarecer qué ocurrió la semana pasada en la unidad especializada en la vigilancia de los edificios municipales, al coincidir varios policías locales de baja "de forma repentina y simultánea". El Sindicato Profesional de Policías Municipales de España (Sppme), en cambio, asegura que las condiciones de trabajo de estos agentes se han alterado, provocando problemas que obligaron a que policías del turno de noche fueran destinados a la vigilancia de edificio, mermando el número de patrulleros en servicio.
Según explicaron fuentes municipales, la investigación a estos agentes se ha abierto después de que la semana pasada varios de ellos, que están encargados de la vigilancia nocturna de los edificios, se fueran dando de baja "de forma escalonada y simultánea en otras" a lo largo de la semana. Todas estas bajas, cuyo número no se especificó, se produjeron, según las mismas fuentes "de forma repentina", de tal forma que los agentes avisaron "incluso sólo media hora antes de incorporarse a su puesto de trabajo".
Una "coincidencia" que se está investigando, por si hubiera tras la misma una maniobra "concertada", en cuyo caso, las fuentes señalaron que "se tomarán medidas disciplinarias". Según el Consistorio, estas bajas obligaron a "reorganizar" sobre la marcha este servicio, por lo que fue necesario cubrirlo con los efectivos que están en servicio por la noche, que son los de la Unidad de Intervención Nocturna. Una situación "totalmente inesperada" y que ya ha sido subsanada, una vez que los agentes se han vuelto a dar de baja.
Sin embargo, el Sppme no comparte esta misma versión municipal, denunciado la merma de efectivos nocturnos en las calles al tener que destinarse efectivos del turno de noche a la vigilancia de edificios. Según explicó el sindicato, esta situación venía provocada por los "problemas" que desde hace meses arrastra la unidad de vigilancia. Entre estos problemas, el sindicato destaca "la continua movilidad de sus componentes de unas dependencias a otras, con el consiguiente acarreo de uniforme, y lo que es más grave, del arma reglamentaria, sin opciones a poder dejarlas en los armeros".
Una rotación que, según el Ayuntamiento, se consultó con los agentes afectados, "que le dieron mayoritariamente su respaldo", con el objetivo de "igualar" las condiciones de trabajo, ya que "hay destinos que son más tranquilos que otros por la noche". En concreto, estos problemas se produjeron en la vigilancia del Ayuntamiento, la Jefatura (Comisaría de la Ranilla) y el futuro Distrito Policial Cerro-Amate.
El Sppme, que reclama más efectivos, ha comunicado lo ocurrido al edil de Seguridad y Movilidad, Demetrio Cabello, "sin que hasta el momento haya resuelto nada".
Hasta un 90%de las incidencias nocturnas sin ser atendidas
Según denució ayer el Sppme en un comunicado, las incidencias en la Unidad de Intervención Nocturna se produjeron en diversos días de la semana pasada, llegando a dejarse sin atender el 90% de los servicios. En concreto, la noche del día 5 de septiembre, cuando de siete patrulleros para prestar servicio a la ciudad, se vieron reducidos a cinco, atendiéndose entre el 40% y el 50% de las llamadas.
Al día siguiente, en la noche del día 6, de una dotación de siete patrulleros, se pasó a dos patrulleros para atender las llamadas de los ciudadanos y uno para las incidencias relacionadas con el botellón. En este caso, esa noche se recibieron 115 peticiones de ciudadanos reclamando un servicio de la Policía Local, de los cuales, según recoge el sindicato, los agentes sólo pudieron atender el 10%.
