Cultura

El Ballet de Lyon trae a Sevilla el mejor Forsythe

Como clausura de la temporada de danza, el Teatro de la Maestranza acoge el lunes y el miércoles al Ballet de Lyon, una de las compañías contemporáneas de más prestigio en Europa. Todavía se recuerda su última presentación en el coliseo con 'Cenicienta', de Maguy Marin. Esta vez presentará 'Limb's Theorem'.

el 15 sep 2009 / 06:24 h.

Como clausura de la temporada de danza, el Teatro de la Maestranza acoge el lunes y el miércoles al Ballet de Lyon, una de las compañías contemporáneas de más prestigio en Europa. Todavía se recuerda su última presentación en el coliseo con 'Cenicienta', de Maguy Marin. Esta vez presentará 'Limb's Theorem', con coreografía de William Forsythe y música del holandés Thom Willems.

En 'Limb's Theorem', William Forsythe explora el abandono total del cuerpo en el espacio. Como bajo el dominio de la música de Thom Willems -pulsaciones rítmicas de los segundos, sonidos electrónicos de una intensidad a veces insoportable- los bailarines intentan golpearse y afirmarse en un medio gigantesco que les amenaza.

El movimiento se vuelve refugio, una vía de escape del propio cuerpo. Como observados en el microscopio, se mueven dentro y fuera de las sombras proyectadas por un inmenso proyector.

Esta luz, realmente singular en esta coreografía, hace estallar y crea contrastes en el espacio. Divide la escena, empequeñece o agranda las figuras o los grupos de bailarines sumergidos en una atmósfera cegadora y oscura.

Los movimientos se vuelven casi irreales, los cuerpos se evaporan. "Me gusta ocultar, transformar en incierto lo que está en escena", comenta el propio William Forsythe. "La débil iluminación obliga al espectador a prestar atención, la penumbra es lo que permite imaginar".

La coreografía de 'Limb's Theorem' no es narrativa, no encontramos en ella un punto culminante ya que se compone más bien como una trama, a veces muy cerrada, a veces menos. La linealidad se ve alterada por William Forsythe, que crea un universo que alterna frenesí y calma, y que arrastra a los bailarines a fulgurantes aceleraciones, a formas geométricas convulsas, a veces interrumpidas por algunas secuencias más tranquilas, pero siempre en una tensión extrema.

En 'Limb's Theorem' reencontramos la llamada dinámica Forsythe, un estilo sincopado y repetitivo, violencia e inestabilidad. Poema sobre la visión y la percepción, elogio de la desaparición en la intensidad, 'Limb's Theorem' es una obra fascinante que equilibra los contrarios, que evoluciona entre lo intelectual y lo corporal, el aislamiento y la conexión, lo mecánico y lo humano.

Dejarse llevar . La peculiar filosofía de William Forsythe imprime a todos los montajes un encanto único, a la vez que un sello inconfundible. "Cuanto más capaces seáis de dejaros llevar, de abandonaros a una especie de transparencia del cuerpo, de un sentimiento próximo a la desaparición, más tendréis acceso a una diferenciación en la forma, en el dinamismo".

"Podréis, en ese estado, moveros muy rápido, pero el efecto producido no será el mismo; no tendréis el efecto de violencia. Podréis, igualmente, realizar intensas aceleraciones a condición de saber dónde abandonaréis el movimiento, no dónde lo iniciaréis, sino dónde lo abandonaréis", explica el coreógrafo.

Sus teorías juegan con la idea de desafío a la física: "Buscaréis que vuestro cuerpo se separe lo más posible del movimiento, como si quisiérais excluir de vuestro pensamiento el hecho de que estáis justamente produciendo movimiento. No se tratará pues de propulsarse en el espacio y de invadir el espacio, sino de abandonar vuestro cuerpo en el espacio. Disolverse. Dejarse evaporar. El movimiento está en relación directa con vuestra capacidad de evaporaros realmente".

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