Eran las 21.55 del día trece, como trece son las barras del escudo, y a esa hora se convirtió en presidente del Betis uno de los grandes símbolos de su historia, Rafael Gordillo Vázquez.
Se celebró al fin la junta extraordinaria de accionistas propiciada por la lucha de Por Nuestro Betis y de ella salió aclamado como nuevo dirigente el Vendaval del Polígono, que en esta aventura contará con la compañía y ayuda de seis consejeros, la mayoría procedentes del ámbito universitario: Pablo Gómez Falcó, ingeniero y director general de Ayesa; Eduardo González Biedma, hijo y sobrino de directivos béticos de los años 30, profesor de Derecho del Trabajo en Sevilla y ex letrado del Tribunal Constitucional; Miguel Guillén Vallejo, licenciado en Económicas; Antonio José Sánchez Pino, doctor en Derecho y profesor de Derecho Financiero y Tributario en Huelva; Guillermo Sierra Molina, catedrático de Economía Financiera y Contabilidad y primer presidente del Caja de baloncesto; y por supuesto José Antonio Bosch.
También hay un secretario pero no consejero, Manuel Domínguez Platas, abogado especializado en temas civiles y mercantiles. La mayoría son béticos.
Sólo un 3% votó en contra. Los accionistas del Betis aprobaron el nombramiento de Gordillo con el 60,6% de los votos a favor y sólo un 3% en contra. Entre quienes lo apoyaron, el 4,10% del ex vicepresidente Rufino González, que no descarta regresar al club en el futuro, o Lorenzo Serra Ferrer, que evidentemente delegó en un accionista.
Fue una noche triunfal para Gordillo y el final de la etapa de Luis Oliver y Jaime Rodríguez-Sacristán. El presidente saliente entró en la sala abucheado y salió sin cargo; todo lo hizo por una puerta trasera, por cierto. A Rafael Gordillo lo recibieron y despidieron con gritos de “¡y no pueden con él, y no pueden con él!”.
Fue una junta rápida y tranquila. Es decir, atípica. Al menos en el Betis, claro. Los tres administradores judiciales (Gordillo, Bosch y Luis Ruiz de Huidobro, que pilotará el consejo asesor) estaban en el hotel desde primera hora de la tarde y hasta las 20.30 no se dejaron ver, escoltados por policías de paisano. Gordillo era aclamado entonces. Dentro, Rodríguez-Sacristán recibía la pitada general, igual que su vicepresidente, Manuel Castaño. Ambos acompañaron a González Díaz, la secretaria judicial y otros consejeros de la era Oliver, como Juan Carlos Roldán y Luis Rementería.Rodríguez-Sacristán intentó impugnar la junta por “prejudicialidad penal” nada más empezar. Eso le valió otra buena pitada. El presidente de la asamblea obvió la petición del ya ex dirigente y acto seguido intervino por primera vez uno de los administradores, en concreto Bosch, para proponer que el punto clave del día, el cese del consejo de administración y la elección del nuevo, se adelantase desde la decimoquinta posición a la tercera.
El cambio fue aprobado, no en vano los administradores acudieron con el 51,34% de las acciones, y la junta ya no tuvo más historia que los pequeños enfrentamientos de Castaño con cada accionista que se acercaba a la mesa a votar. En cuestión de minutos, el Betis tenía un nuevo consejo. Hoy irán todos al estadio para empezar a escudriñar las cuentas y mañana darán una rueda de prensa para informar de cómo está la situación. Gordillo se reunirá con Mel cuando el técnico lo desee, ya que no quiere interferir en lo que tan bien va.
Gordillo: "Es como si volviera a correr la banda". “Estoy emocionado. es como si volviera a correr la banda. No venimos a ocultar nada, todo lo que encontremos se lo diremos a los béticos. Por lo que nos han dicho, el grupo de Oliver se va. Decían que veníamos a arrasar, pero vamos a respetar a la gente que está trabajando”, indicó Gordillo minutos después de acabar una junta en la que por momentos se le saltaron las lágrimas.
El flamante presidente también contó que Castaño no le había saludado, no así su antecesor. “Incluso Jaime sentiría el mismo cosquilleo que he sentido yo cuando lo nombraron”, explicó. “Podemos fallar, pero vamos a ser honrados y claros para que todo el beticismo se entere de cómo está el Betis”, sentenció Gordillo. Debutará en el viaje a Tenerife.
Seis áreas de trabajo. El nuevo Betis se repartirá en seis áreas de trabajo. Gordillo, además de presidente, coordinará la sección deportiva. Sierra y Guillén dirigirán el área económica; Sánchez Pino, la tributaria; González Biedma, la de contratos y Derecho deportivo; Falcó, organización de empresa; y Bosch, que actuará de portavoz, dirigirá el área de comunicación y coordinación.
