Magnífica impresión la que dejó el Betis de Pepe Mel en su estreno liguero, y eso que el plantel está cogido con alfileres y en el banquillo –aparte de Juanma y Vega– sólo había chavales del filial, de los que debutaron varios con buen pie. Muchas caras nuevas, algunos viejos conocidos y la sensación de que el equipo sabe bien lo que se trae entre manos, por lo que se ganó el reconocimiento de su fiel hinchada, que al fin pudo disfrutar de una noticia agradable después de un verano tortuoso en lo societario.
Más de 25.000 béticos –ni el Barça en Santander ni el Madrid en Mallorca reunieron a tanta gente– desafiaron los últimos coletazos del caluroso agosto para estar con su equipo y hacer ver a los nuevos, que son muchos, que aquí se vive el fútbol de otra manera y que, a poco que ellos den, serán llevados en volandas hacia el objetivo del ascenso, por mucho que la situación con los okupas y desahogados del palco raye en la guerra civil.
El equipo que puso en liza Pepe Mel casi nada tenía que ver con el de anteriores temporadas. El cambio ha sido radical y de los Sergio García, Emana, Mehmet Aurelio, Pavone, Nelson, Capi, Melli, Rivas o Damiá apenas quedaba el recuerdo. En su lugar han venido un puñado de jugadores –varios recomendados por Víctor Fernández y el mismo Momparlet, que no venga nadie ahora a colgarse medallas que no le correspondan– con hambre y oficio que le pueden resultar al Betis muy rentables.
Es pronto para hacer análisis exhaustivos, pero Jorge Molina y Rubén Castro tienen oficio, dominan la categoría y arriba pueden causar estragos –aunque, de momento, no tengan sustitutos–; Salva Sevilla es un centrocampista de mucha clase: ayer dio dos goles y marcó otro de bellísima factura. De Belenguer poco vamos a descubrir: en Segunda sigue siendo capitán general, y Dorado puede ser un lugarteniente de lujo, recio y disciplinado, que ayer, además, tuvo el honor de estrenar la cuenta goleadora del equipo. El 1-0 llegó pronto, pero no tardó mucho el Granada –que dará más de un susto– en igualar la contienda (31’), tras una rápida contra, justo después de salvar el 2-0.
Los béticos, pese al 1-1, nunca se descompusieron: fueron los dueños del balón y supieron jugarlo con criterio, buscando los puntos débiles del rival, hasta que los encontraron. Nacho y Rubén Castro jugaron de tiralíneas para facilitar a Jorge Molina el 2-1 justo antes del descanso. Luego apretó al Granada, hasta que apareció Salva Sevilla (72’) para firmar el gol de la jornada y acto seguido asistir a Molina para su primer doblete y el broche triunfal.
4 - Real Betis: Goitia; Isidoro, Belenguer, Dorado, Nacho; Caffa (Ezequiel, m.46), Iriney, Salva Sevilla (Israel, m.83) Momo (Beñat, m.70); Rubén Castro y Jorge Molina.
1 - Granada CF.: Roberto; Nyom, Mensah, Iñigo López, Siquiera (Kitoko, m.80); Bergantiños, Abel Gómez (Carlos Calvo, m.,63); Orellana (Collantes, m.81), Oscar Pérez, Dani Benítez; y Geijo.
Goles: 1-0: m.15, Dorado. 1-1: m.31, Dani Benítez. 2-1: m.43, Jorge Molina. 3-1. M.72, Salva Sevilla. 4-1: m.75. Jorge Molina.
Árbitro: Andrés M. Ceballos Silva (c.extremeño). Mostrò tarjeta amarilla a Isidoro (m.24), Iriney (m.26) Sequiera (m.32).
Incidencias: Partido disputado en el estadio Manuel Ruiz de Lopera en jornada de calor (unos 35 grados), con unos 25.000 espectadores, de ellos algo más de dos centenares de aficionados granadinos.
