Resulta un poco increíble porque ha mediado una barbaridad de tiempo entre aquel punto de inflexión y el presente, pero los números lo demuestran: el Betis continúa viviendo de las rentas obtenidas en sus cuatro primeros partidos, saldados con cuatro triunfos entre las jornadas 2ª y 5ª (la 1ª se aplazó por la huelga de futbolistas). Desde entonces emprendió un declive que lo ha convertido en el peor de toda la Liga y si no está en zona de descenso es porque esa caída libre experimentó alguna mejoría en aquellas rachas de tres y dos victorias consecutivas, primero ante Valencia, Atlético y Sporting y más tarde frente a Athletic y Zaragoza.
El balance desde la jornada 6ª a la 30ª, que se cerró ayer por la noche con el Granada-Sevilla, es muy claro: el Betis ha ganado esos cinco partidos, ha empatado otros cinco y ha perdido la friolera de... ¡quince! Nueve pertenecen a aquella espantosa serie de un punto de 30 y los otros seis se reparten en otras dos rachas, una de tres derrotas consecutivas justo antes de empatar en casa con Espanyol y Racing sin solución de continuidad.
Con semejantes números, aquel Betis que se colocó líder de Primera y que tuvo once puntos de ventaja sobre el antepenúltimo es ahora el peor conjunto del campeonato en ese parcial de 25 jornadas. Esa condición data de este mismo fin de semana y se debe tanto a su empate ante el Racing como a la victoria del Zaragoza sobre el Atlético de Madrid. La escuadra maña, en franca resurrección, consiguió tres puntos en el minuto 94 que le hacen sumar 21, uno más que los verdiblancos.
Menos mal para el equipo de Mel que sus rivales directos también son bastante malos, como reflejan los balances del Racing (23 puntos), el Sporting (25) o el Villarreal (25). Precisamente a los dos últimos aún debe enfrentarse el Betis en dos partidos que serán fundamentales.
