Un mes y cuatro días hace ya que el Betis decidió sustituir a su entrenador. Pepe Mel conoció su destitución el 2 de diciembre y ese mismo día supo el beticismo que el relevo era Juan Carlos Garrido. Al día siguiente dirigió su primer entrenamiento. Por tanto, el valenciano lleva un mes y tres días al frente del conjunto verdiblanco. El consejo de administración confiaba en el típico efecto revulsivo que casi siempre representa la llegada de un nuevo inquilino al banquillo, pero la situación no ha variado para bien lo más mínimo. De hecho, ha empeorado. La desventaja respecto a la salvación se ha agrandado de tres a cinco puntos y el fútbol del grupo invita al optimismo casi tanto como antes, es decir, muy poco. La esperada reacción no ha comenzado y el final de la primera vuelta cogerá al Betis en la zona de descenso pase lo que pase en la próxima
Juan Carlos Garrido, en un entrenamiento / Kiko Hurtado
jornada.
Que el Betis de Garrido no mejora al Betis de Mel lo dice lo que se ha visto sobre el césped en estos tres encuentros ante Real Sociedad, Almería y Valladolid y lo confirman los números. La escuadra heliopolitana sigue sin ganar partidos, defiende mal y ataca peor. Ya lo hacía con el míster madrileño y no ha dejado de hacerlo con el técnico valenciano. Su balance, el de Garrido, es de cero victorias, un empate y dos derrotas. Mel dirigió quince encuentros con una marca de dos triunfos, cuatro empates y seis derrotas. El primer míster consiguió 10 puntos, así que su promedio era de 0,6 por jornada, un hito lamentable pero no el peor posible, como ha demostrado Garrido, que ha conseguido un punto en tres jornadas, con lo que su ritmo es de 0,3 por partido.
Semejante lentitud a la hora de sumar puntos ha hecho que el Betis empeore su coyuntura en la tabla. Cuando Mel fue despedido, el equipo tenía la frontera de la salvación a tiro de un partido, ya que el decimoséptimo, entonces el Rayo, sumaba 13 puntos, tres más que los verdiblancos. Un mes más tarde, ese margen en contra es de cinco puntos. Siempre que al Celta no se le ocurra dar la sorpresa esta noche en el Santiago Bernabéu, porque en ese caso la desventaja se iría a los seis puntos. Ahora mismo, el primer conjunto salvado es el vigués, con 16 puntos.
El Betis de Garrido es igual de malo que el Betis de Mel en defensa. Quizá sí se ha dotado de una mayor seguridad en los dos últimos partidos, en los que sólo ha encajado un gol, pero antes venía de estrenarse con cinco en Anoeta. Total, que el promedio sigue siendo exactamente igual de lamentable que con el anterior entrenador, dos tantos en contra por jornada.
La perpetuación del pésimo nivel defensivo no ha hallado compensación en una mejoría del rendimiento ofensivo. Es más, la paupérrima puntería que ya exhibían los delanteros con Mel al timón incluso ha disminuido. En las quince primeras jornadas, el Betis marcó 14 goles, a razón de 0,9 por choque. Con Garrido, la marca es de un solo gol en tres jornadas, así que la media ha bajado hasta los 0,3 goles por duelo. El único gol fue de Jorge Molina en Donosti.
UNA SOLA VICTORIA Y GARRIDO SÍ MEJORARÁ YA A MEL Como es natural, con una trayectoria tan corta y unos antecedentes tan deplorables, Garrido mejorará con mucho a Mel en cuanto gane un solo partido. Si es ante Osasuna, su ritmo pasaría a ser de un punto por jornada, casi el doble que el anterior míster.
