En plena crisis de resultados y acuciado por la necesidad de recuperar la mejor versión del equipo, marchó ayer tarde la expedición del Betis a tierras gerundenses, donde le espera el vicecolista de Segunda división en plena ‘Festa major’, con gigantes y cabezudos por las calles, correfuegos, sardanas, habaneras y tracas que durante diez días –hasta el 1 de noviembre– harán los honores a San Narcis, patrón de Girona y su obispado.
El diminuto estadio de Montilivi, con capacidad para apenas 7.000 espectadores, se sumará esta tarde a la fiesta con motivo de la visita del Betis, al que acompañarán miles de incondicionales residentes en Cataluña y regiones vecinas. La directiva gerundense decidió fijar el partido como ‘día del club’, por lo que todos los socios pagan: 20 euros en Gol y 30 en Tribuna si sacaron su entrada con antelación, o el doble (40 y 60 euros) si lo hacen hoy, cuando los precios se unifican con los de los no socios.
El Girona CF, club modesto donde los haya, cumple este año su segunda temporada consecutiva en Segunda división, después de haber estado en la última década compitiendo de manera habitual en Tercera (6 temporadas), Segunda B (3 campañas) o Regional Preferente, de donde salió en la 1998/99, de ahí que la visita del Betis sea todo un acontecimiento en la localidad, de apenas 100.000 habitantes.
Con la idea de que la fiesta no se transforme en funeral, como ocurrió la semana anterior tras la derrota en el Nuevo Castalia, Antonio Tapia ha preparado de manera minuciosa el partido durante la semana y medita la introduccción de varios cambios en la formación inicial, toda vez que se han recuperado Sergio García y Damiá de sus molestias físicas y se ha convencido el técnico de que alinear a Arzu de central le reporta más perjuicios que beneficios al equipo.
De central volverá a jugar –casi con total seguridad– Melli junto a Carlos García, después de la extraña ausencia del barbateño de las dos últimas convocatorias, en las que que el técnico prefirió contar para el banquillo con Rivas –esta vez no convocado– y Nano, que todavía no ha disputado un solo minuto en lo que va de temporada ni en la Liga ni en el único partido de la Copa del Rey disputado por el Betis.
El que no viajó a Girona fue el camerunés Achille Emana, aquejado de una sobrecarga muscular después del partido de Castalia, por lo que pasó la engrosar la extensa lista de lesionados que conforman también Juanma, Mehmet Aurelio, Nacho y Óscar López, los dos primeros cada vez más cerca de su total recuperación, lo que sin duda agradecerá el equipo para venideros compromisos.
Debut en Montilivi. El estadio Municipal de Montilivi, una coqueta ratonera inaugurada en 1970 a la que acaban de resembrar el césped, en buen estado, será la primera vez que lo pise el Betis en partido de competición oficial, pues en Girona sólo jugó una vez en la lejana temporada 1940/41 (tras el primer descenso bético a Segunda, el año después de la Guerra Civil), cayendo por 1-0 con gol de Tarradellas para los locales. Ese año el Betis quedó séptimo del grupo II de la Segunda división y los gerundenses, cuartos, en un grupo de 12 equipos en el que compitieron también Castellón, Granada, Levante, Malacitano, Xerez, Cádiz, Sabadell, Cartagena, Córdoba y Badalona.
En la actualidad el Girona, entrenado por el ex españolista Cristóbal Parralo (hoy se la juega) y que cuenta como jugador más conocido con el ex azulgrana Gerard, es el penúltimo clasificado de Segunda, después de haber sumado una única victoria en sus 8 partidos de Liga, con 4 empates (tres fuera) y 3 derrotas. La victoria fue en Montilivi ante el aun colista Castellón, pero aquí ya ha perdido con Cartagena (0-1), Real Unión (0-2) y Celta (1-3 en la Copa del Rey).
