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Lo de los árbitros con el Betis ya clama al cielo

Iglesias Villanueva señala penalti contra los verdiblancos en una jugada en la que Chica (70') despeja el balón. Luego fue expulsado Uche (79'), empató Rubén (84') y el Betis creó ocasiones para haber ganado en un final trepidante.

el 02 mar 2014 / 23:19 h.

Villareal 1-1 Real Betis Highlights 2.3... por HDPeak Lo de los arbitrajes que está sufriendo el Betis ya clama al cielo. Ayer en el Madrigal, un nuevo capítulo de una serie que se está repitiendo con demasiada frecuencia en las últimas semanas e impide a los verdiblancos sacar la cabeza de abajo, ahora que están recuperando la autoestima y el fútbol que parecían haber perdido. Si lo de Gil Manzano ante el Athletic fue un escándalo en toda regla, ayer lo de Iglesias Villanueva –árbitro con el que nunca han ganado en Primera– fue algo más sutil, pero igualmente dañino para los intereses de un equipo que llegó a Villarreal con todo en contra y al que las adversidades se le multiplicaron con el transcurrir del juego.  Pese a ello, los de Calderón acabaron encerrando a los locales en su parcela y acumulando méritos en los compases finales para hacerse acreedores a una victoria que hubiera reactivado sus  opciones de permanencia, pues por abajo está volviendo a costar un mundo sumar de tres en tres y todavía quedan puntos (36) para conseguirlo. Villa-BetisMaltratado.  El Betis volvió a ser maltratado por el árbitro en Villarreal, donde arrancó un empate que puede servirle de poco pero dio una imagen muy mejorada ante uno de los gallitos de la Liga. Los verdiblancos llegaron con nueve bajas –Paulao, Nacho, Perquis, Lolo Reyes, Nosa, Molina, Vadillo, Juan Carlos y Chuli– y nueve horas de reposo robadas por obra y gracia de la Liga de Fútbol Profesional, que decidió adelantar casi medio día el partido del Madrigal (fijado inicialmente para el domingo a las 21h, se jugó a las 12h) con la excusa de premiar a la afición del Villarreal y sin importarle un pimiento que la expedición verdiblanca tuviera que regresar de la lejanísima Kazan apenas 40 horas antes de la hora de inicio del choque. El técnico verdiblanco volvió a recurrir a la defensa de cinco para blindar la meta de Adán y tratar de cortocircuitar el caudal de juego de los amarillos, lo que lograron los béticos con un ordenado trabajo que implicaba también a los tres de arriba, Baptistao, Rubén Castro y Cedrick, el único que inquietó de verdad antes del descanso con varios demarrajes que no fueron culminados. El Villarreal apenas inquietó a Adán, salvo en un remate de primeras de Perbet (5’) al que respondió con una excelente intervención el meta bético, que no volvería a tener más trabajo hasta el penalti de marras que se inventó el árbitro.    Los de Calderón se sobrepusieron esta vez al error nuestro en contra de cada día, pues a Chica lo castigaron con pena máxima por despejar claramente un balón ante Uche (70’) y cuando parecían tenerlo todo perdido a punto estuvieron de darle la vuelta por completo al marcador. Antes, unas manos de Gabriel en el área local (tan involuntarias como claras y separadas del cuerpo) pasaron desapercibidas para el colegiado, que la pasada campaña en Anoeta ante la Real (3-3) sí señaló penalti contra el Betis por una acción en la que Ángel tocó un balón con el brazo dentro del área, pese a tenerlo completamente pegado al cuerpo. Después de la trastada contra los béticos, Iglesias Villanueva dejó al Villarreal con diez en el 79’ por doble amarilla a Uche –se pudo ahorrar alguna de ellas– y a partir de ahí los verdiblancos, que antes habían acusado el cansancio del viaje a Rusia y las pocas horas de descanso, sacaron fuerzas de flaqueza y pusieron toda la carne en el asador para rebelarse ante una nueva injusticia arbitral y tratar de darle la vuelta al tanteador, lo que estuvieron a punto de conseguir. Calderón dio entrada al joven Juanma primero –antes había entrado Chica por Baptistao para frenar a Oliver Torres, que estaba haciendo daño por la izquierda– y luego a Braian Rodríguez –que no gozaba de minutos desde septiembre–, quien cazó varios balones por alto y ayudó a poner contra las cuerdas a los villarrealenses en el asedio final contra el área de Asenjo. Empató Rubén Castro (84’) de cabeza tras un gran centro de Dìdac (1-1) y luego Jordi, Braian y N’Diaye gozaron de grandísimas ocasiones para haber hecho el 1-2 en un final de partido trepidante en el que el mexicano Giovani (89’) también pudo hacer el 2-1, lo que evitó el meta Adán con una sensacional parada, lo mismo que hizo Asenjo sobre la bocina con un remate a bocajarro de N’Diaye que pudo ser gol. El Betis parece otro en los últimos partidos, pues hizo méritos patra ganar al Rubin en casa (lo logró fuera), al Athletic el domingo anterior y ayer al Villarreal, pero los errores arbitrales en todos esos partidos han seguido cayendo una y otra vez del mismo lado. En su contra. Y así no hay manera. Pero con esta actitud convendría que nadie enterrara a este equipo todavía. Le quedan doce jornadas y aún puede dar mucha guerra. . VILLARREAL: Asenjo, Mario, Pantic (Trigueros, min.67), Gabriel, Jokic, Nahuel (Óliver Torres, min.46), Bruno, Pina, Moi Gómez, Perbet (Uche, min.46) y Giovani dos Santos. REAL BETIS: Adán, Juanfran (Juanma, min.76), Amaya, N'Diaye, Jordi, Dídac, Nono (Braian Rodríguez, min.83), Salva Sevilla, Leo Baptistao (Chica, min.57), Cedrick y Rubén Castro. GOLES: 1-0, min.71: Bruno Soriano, de penalti. 1-1, min.85: Rubén Castro.  ÁRBITRO: Iglesias Villanueva (C.Gallego). Amonestó a Dídac Vilà (min.45), Salva Sevilla (min.53), Amaya (min.68) y Chica (min.70) por parte del Real Betis. Expulsó por doble amarilla a Uche (min.62 y 80), del Villarreal. ESTADIO: El Madrigal. INCIDENCIAS: Los jugadores saltaron al campo con niños vestidos con camisetas de todos los equipos de la Liga BBVA. Además, el Villarreal portó camisetas con la leyenda 'Fútbol es la pasión -emoción, ilusión y así hasta once sustantivos distintos- que nos une', como respuesta al incidente del lanzamiento de un bote de gas lacrimógeno en el partido contra el Real Club Celta de Vigo. En el minuto 12 se produjo una ovación en homenaje a la afición.

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