En ésta un cantaor cuenta la vida de otro, Miguel Pantalón, "mítico, estrafalario, con la excentricidad genial y autodestructiva de un genio del flamenco que no sabía vivir", según el actor. Será El Brujo, solo en el escenario, quien traslade al público su forma de entender el flamenco, ahora Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, poniendo así su voz a un texto del mismo título escrito por el poeta, narrador y ensayista gaditano Fernando Quiñones.
Son ya diez años los que este actor de la vieja escuela lleva representando obras en soledad, ya que justifica que "es solo como me expreso mejor, ya que tengo alergia a lo gregario".
Con El testigo se ofrece un homenaje a toda una pléyade de intelectuales que han hecho del flamenco un fenómeno universal y admirado por escritores y artistas de todo el mundo. Sin embargo, quien piense encontrar en este espectáculo cante y baile que no se equivoque, porque lo que El Brujo llevará a escena será un monólogo en el que "se presiente el cante, su evocación, y está a punto de surgir pero que no surge", como comenta el intérprete.
Además, lo que se verá sobre el escenario será la propia versión de un "flamenco hecho pensamiento", y todo ello desde la propia experiencia de El Brujo, quien reconoció que "yo era el moderno de mi familia, el flamenco era mi padre, un señor antiguo, de casino y vino". De esta forma, en el Teatro Quintero se verá un espectáculo que versa sobre el flamenco de Cádiz en los años 30, donde los sainetes están muy presentes.
La vuelta al mundo. Preguntado también por las tendencias actuales de este arte, Rafael Álvarez no dudó en reconocer que no conoce a los artistas jóvenes, aunque "he escuchado a Miguel Poveda y no lo veo muy flamenco, a pesar de que no soy ni purista ni no purista". Sin embargo, es en el baile donde ve la evolución del flamenco y es la figura de Israel Galván la que le "fascina", a pesar de no haberlo visto nunca en directo. El testigo se lleva representando desde hace dos años por medio mundo. Panamá, Costa Rica o Nicaragua han podido ver esta obra con bastante éxito.
"En todos estos sitios se ha entendido perfectamente el espectáculo, aunque siempre hay gente que no capta el mensaje". Sin embargo, El Brujo no concibe un paréntesis ni dejar de representarla, ya que " tiene mucha vida por delante y mientras haya gente que quiera verla ahí estará". Por ahora, el actor tiene pensado llevarla por los pueblos de Andalucía y volver al Teatro Infanta Isabel de Madrid.
