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Cultura

El CAAC inaugura la primera muestra individual del cordobés Rafael Agredano en un museo

‘Prólogos’ no es una muestra retrospectiva, aunque están representadas distintas etapas, es una exposición de “media carrera”.

el 26 ene 2012 / 22:52 h.

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"Es un artista muy dual. Su obra puede ser mordaz, cínica o irónica pero a la vez poética y delicada", así define Esther Regueira, la comisaria de Prólogos, la obra de Rafael Agredano (Córdoba, 1955) que se cuelga desde ayer en las salas del Claustro Sur del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo.

La muestra, que estará abierta hasta el próximo 13 de mayo representa "varias primeras veces" para el CAAC en 2012, según su director Juan Antonio Álvarez Reyes. "Es la primera exposición de la sesión expositiva Acumulaciones de memoria, es también la primera exposición individual de Rafael en un museo, y la primera también de un andaluz esta temporada" en el centro de la Cartuja, aseguró.

Prólogos, no es una exposición retrospectiva, aunque se muestran obras de distintas etapas de la producción artística de Agredano, "es mas una exposición de media carrera", afirmó Álvarez Reyes.

En la muestra se hace una lectura singular a través de una selección histórica de obras  junto con nuevas producciones, cuyo hilo conductor es la memoria y por tanto, "hay ausencias, tiene gestos, tiene presencias", afirma la comisaria. Prólogos aborda desde la peculiar manera que tiene el artista de trabajar la iconografía, el lenguaje, los ritos y las representaciones, el juego de los opuestos y las relecturas de grandes mitos. Para el propio Agredano "resulta sorprendente" ver la lectura que cada uno puede hacer de su obra, según dijo ayer el artista cordobés afincado en Sevilla.

Agredano, es, además, de los pocos artistas en el sur que tiene un corpus textual casi tan rico como el plástico. "De manera que su discurso se va entrelazando entre la memoria textual, auditiva y visual", afirma Regueira.

Agredano, que comenzó su trabajo a principios de los años ochenta contribuyendo, no sólo con su obra pictórica sino también con su labor como miembro fundador, redactor y escritor de la revista Figura, a dinamizar y revitalizar la situación de la plástica contemporánea andaluza, pertenece al denominado "grupo de Sevilla", cuyo trabajo estuvo vinculado en sus inicios a la galería sevillana La máquina española, y posteriormente a Tomás March o Juana de Aizpuru.

Para Agredano el arte es una herramienta de conocimiento, pero sobre todo de disfrute: "...los estudios no están para clavarse puñales, sino para pintar...", escribió contundentemente en su manifiesto "Titanlux y moralidad", publicado en el primer número de la revista Figura en 1982. Su idea era y es clara: "no me interesa el misterio, me gusta más la comedia", afirmó el artista ayer.

Y como prueba de ello, en ésta exposición se puede apreciar cómo Agredano, recurriendo a la parodia y a la sátira, a la crítica y a la ironía -y en ocasiones haciendo de la provocación un ritual- lleva años abordando en su trabajo, cuestiones de actualidad sobre el género y la identidad. Su aproximación a estos debates puede considerarse, por tanto, como pionera y visionaria.

Es el caso de Los sucesos de Avignon según la narración del marinero, revisión personal de una obra maestra de la historia del arte como es el estudio previo de Las señoritas de Avignon o La belle excentrique, donde encontramos dibujos realizados sobre una partitura de Satie realizada en la denominada "fase de música de cabaret" en cuya sala -pintada de rojo para la ocasión- se puede escuchar la partitura que vemos en los cuadros gracias a la colaboración de Taller Sonoro.

Como capítulos de una novela, se presentan obras de diversas series como:  L'esprit de l'escalier en Andalousie, en la que el artista pasea su mirada por la iconografía kitsch de la muerte presente en los cementerios de Andalucía o las Escenas pastorales del sur galante, fotografías nocturnas del Polo Químico de Huelva en las que muestra el vergel del que hablaba Juan Ramón Jiménez en Platero y yo convertido ahora en las naves industriales del polo químico onubense.

Estas obras comparten espacio con otras de nueva producción, como por ejemplo Corpus Christi en Sevilla, Rafael Albéniz Remixed, dibujos realizados sobre una partitura en Braille cedidas por la ONCE. La obra, que no está enmarcada puesto que puede ser tocada por el público, unifica el lenguaje plástico con la comunicación táctil y musical, generando un rico espacio lleno de matices y niveles de lectura.

Finalmente, para recibir al espectador en cada una de las salas cuelga una obra de la serie sobre jesuitas. Ésta se ha distribuido por el espacio a modo de guiño entre la comisaria y el artista ya que fue precisamente la obra de Agredano con la que se abre la muestra, una de las que estuvo presente en la primera exposición comisariada por Regueira.

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