El presidente del Cádiz, Antonio Muñoz, criticó ayer a Manuel Ruiz de Lopera por la marcha de Xisco al Levante. Suena extraño, pero tiene su razón de ser. El jugador podía irse donde quisiese porque logró la carta de libertad, pero ese documento estaba "condicionado", según el dirigente, ya que Lopera impuso una cláusula que le obligaba a marcharse al Levante y le impedía irse al Cádiz o al Córdoba (según otras fuentes, debía pagar 500.000 euros si no cumplía esa premisa). Muñoz dijo que tenía "pruebas fehacientes" y acusó a Lopera de orquestar esa maniobra por un motivo aun más sorprendente, "celos por no venir a los últimos Carranzas". "Eso es lo que dice Xisco que le ha dicho el Betis", denunció el presidente, que añadió: "Es triste que entre equipos andaluces no nos ayudemos. A Lopera se le llena la boca diciendo que su segundo equipo es el Cádiz, pero no lo ha demostrado".
La denuncia de Muñoz fue desmentida por el club y por el propio Xisco: "No he hablado con el presidente del Cádiz y no sé por qué ha nombrado a Lopera en este asunto. Lopera nunca me ha dicho dónde tengo que ir a jugar, sólo ha sido decisión mía. No es verdad que me hayan obligado a no firmar por el Cádiz o el Córdoba. La opción que más convenía al club era el Levante, pero eso no significa que haya vetado al Cádiz". Xisco se despidió ayer de sus compañeros y dijo que había pasado cuatro años "muy bonitos" en el Betis.
