Bien está lo que bien acaba, porque el principio... El Cajasol cierra esta tarde ante el Real Madrid una campaña en la que una vez más no ha cubierto el objetivo de jugar los play off pero con el buen sabor de boca de una segunda vuelta de récord, ajustada a lo que se pretendía y por la que Manel Comas se ha garantizado su continuidad.
Hace unas semanas absolutamente nadie hubiese apostado a que el Cajasol llegaría al último partido de la temporada, en Vistalegre, sin jugarse la permanencia. La rémora de una primera vuelta catastrófica, con 4 triunfos, lastraba una segunda ronda de campeonato propia de un equipo de play off, el gran objetivo inicial, aniquilado por la posibilidad dramática de un descenso que el equipo sevillano ha visto más cerca que nunca en sus 19 temporadas en la ACB.
Con la llegada de Manel Comas y Elmer Bennett, la situación se ha reconducido de forma brillante y hasta sorprendente. A la postre, la conclusión de las diez victorias aglutinadas en los segundos 16 partidos de la campaña llevan a pensar que este era un equipo más que capacitado para pelear por fin, ocho años después, por el título.
En la jornada 34 de la 2007-08, que quedará finalmente en el olvido, afortunadamente por cómo iba la cuestión, el Cajasol juega su partido número 700 en la ACB en busca de lograr la mejor marca en una segunda vuelta de su historia con 11 triunfos (el mejor balance en una media parte data de la 98-99, cuando el equipo de Imbroda sumó 14 en los primeros 17 partidos).
Para ello debe batir al campeón de la fase regular, el Real Madrid, que acumula 28 triunfos en 33 partidos y sólo ha cedido dos en casa, ante DKV Joventut y Tau Vitoria. Resulta que hasta esta temporada, el Cajasol nunca había ganado en la misma campaña en la pista del Barcelona (al que también venció en San Pablo) y en la del TAU, amén de ganar a cinco de los ocho primeros (sólo Pamesa y DKV le han superado en los dos partidos) a la espera de este segundo compromiso ante el Real Madrid, gran favorito al título y que no podrá contar por lesión con Reyes.
Será el último partido para varios jugadores del plantel cajista. Unos porque el club no cuenta con ellos, otros, como Ignerski, a los que será difícil retener por las ofertas que tienen. Hoy, ante el Madrid, se gustan en uno de los grandes escaparates con el sabor agridulce de una temporada de contrastes.
