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El caníbal se hace fantasma

Khalid Boulahrouz, 'el caníbal' lo llamaban en Alemania, ha sido una de las grandes decepciones del Sevilla esta temporada. Su cesión ha sido un fracaso y, más que sumar, ha restado. Ya ni entrena con la plantilla y está en Holanda tratándose de una dolencia que los médicos del club no detectan. (Foto: A. Acedo)

el 15 sep 2009 / 02:36 h.

Khalid Boulahrouz, 'el caníbal' lo llamaban en Alemania, ha sido una de las grandes decepciones del Sevilla esta temporada. Su cesión ha sido un fracaso y, más que sumar, ha restado. Ya ni entrena con la plantilla y está en Holanda tratándose de una dolencia que los médicos del club no detectan.

En la entidad son los primeros en reconocer que Boulahrouz está perdido para la causa sevillista. El jugador holandés, cedido por el Chelsea el pasado verano, apenas ha tenido participación con el equipo esta temporada y el próximo mes de junio volverá al club londinense prácticamente sin haberse dejado ver. Ha sido el fichaje fantasma de la temporada.

El nivel de desencanto de ambas partes se puede medir por la relación que mantiene actualmente el internacional holandés con el club. Porque no aparece por los entrenamientos desde hace varias semanas. La causa oficial es el tratamiento que está recibiendo en Holanda, su país natal, de una dolencia muscular.

Pero se da la curiosa circunstancia de que los médicos nervionenses, en las múltiples pruebas que le han realizado al central, no han llegado encontrar tal molestia. Así las cosas, Adolfo Muñoz, galeno sevillista, ha llegado a desplazarse a Holanda para, in situ, valorar las pruebas a las que se somete Boulahrouz, con el mismo resultado negativo.

En cualquier caso, el futbolista, así lo confirman en la clínica donde recibe el tratamiento y así se lo han comunicado al Sevilla, parece sufrir, según este diagnóstico, una rotura del recto abdominal.

A menos de dos meses para que acabe el campeonato ya nadie espera que el jugador cedido por el Chelsea pueda aportar algo en la defensa. De hecho, apenas ha contado ni con Juande Ramos ni con Manolo Jiménez, y todo a pesar de los numerosos contratiempos sufridos por el conjunto nervionense en la zaga, desde la baja prolongada de Javi Navarro, la muerte de Puerta, hasta las lesiones primero de Escudé y luego de Dragutinovic.

Sin duda, el central, llamado a paliar las deficiencias defensivas del equipo, ha sido una de las mayores decepciones en el capítulo de fichajes, y solo hay que mirar sus pírricos números con el Sevilla para confirmarlo.

El bagaje de Boulahrouz con el equipo nervionense desde su llegada el pasado mes de julio no puede tacharse más que de ridículo. Incluye, en una temporada, diez partidos -seis de Liga, dos de Champions, uno en la previa, uno en la Supercopa de España y uno en la Copa del Rey-, con un bagaje de cinco victorias, cuatro derrotas y un empate.

Ha acumulado 511 minutos en Liga y tres tarjetas amarillas. Su último encuentro con la camiseta nervionense fue el de ida de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey ante el Denia, el pasado 11 de noviembre. Tras empezar jugando el pasado verano -en la ida de la Supercopa y en la ida de la previa de la Liga de Campeones-, su mejor mes fue octubre, en el que solo se perdió un encuentro -ante el Valencia- y gozó de cierta continuidad.

Pero también en octubre llegó el cambio de entrenador, y Jiménez en principio le dio confianza, de hecho lo utilizó de titular en el Vicente Calderón ante el Atlético de Madrid y en la Copa ante el Denia. Además, públicamente, le mostró su apoyo y esperó su recuperación -también atravesaba problemas de pubis-, una recuperación que, evidentemente, no ha llegado.

En total, diez partidos de Khalid Boulahrouz con el Sevilla, un rendimiento muy por debajo de lo esperado y por debajo de los ocho millones de euros que figuran en la opción de compra firmada con el Chelsea.

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