Cofradías

El Cedrón se presenta a lo grande

El nuevo misterio del Señor de la Esperanza aglutinó las miradas en Ciudad Jardín

el 27 mar 2010 / 21:36 h.

La primera salida de la agrupación parroquial de la Milagrosa en Sábado de Pasión será sin duda inolvidable para los responsables de la corporación y muchos de los cofrades de la ciudad. Sevilla supo responder a la expectación creada y, pese al intenso calor, abarrotó la avenida de Ciudad Jardín para contemplar la primera salida del misterio del Puente Cedrón, escena inédita en los casi siete siglos que contemplan a las cofradías hispalenses.

El bullicio en la amplia avenida minutos antes de la salida era tal que fueron muchos los que decidieron desafiar al sol para ocupar una posición de privilegio para contemplar el histórico acontecimiento. Aún así, el astro rey se guardaba una carta en la manga, situándose justo detrás de la puerta y deslumbrando a los que habían elegido la acera opuesta a la parroquia de la Milagrosa para ver salir por segunda vez -lo hizo tras su bendición en octubre de 2008- al Señor de la Esperanza, esta vez sí, en el imponente paso de misterio adquirido a la hermandad de las Viñas de Jerez de la Frontera y que ayer se convirtió en el más largo de los que procesionan en Sevilla.

Pero haciendo la competencia al mismísimo sol, lo que verdaderamente deslumbró a los presentes fue la plasticidad y el movimiento de las figuras talladas por Navarro Arteaga que custodian y conducen al Señor de la Esperanza, vestido ayer con una túnica morada que dejaba al descubierto su hombro derecho, hacia la casa de Anás. Los comentarios de admiración hacia la obra, la sorpresa al contemplar el puente desde los costeros y la sensación de estar viviendo algo histórico flotaban en el ambiente de acera a acera.

Tras la difícil salida, solventada sin mayores contratiempos por los cincuenta y cinco costaleros de la cuadrilla baja que comanda Ricardo Almansa, el barco arrió en el atrio para realizar el primer relevo. Fue la cuadrilla alta la que tuvo el honor de pisar por fin la avenida a los sones de la Redención, que no quería ser menos e interpretó Puente Cedrón, marcha de estreno dedicada al misterio que acababa de vivir su puesta de largo, y que engarzaron con De Esperanza y de Rosario, también dedicada a la agrupación parroquial de Ciudad Jardín. Una mirada bajo los faldones despertaba la curiosidad del público, pues en Sevilla nunca se ha visto un paso con once trabajaderas. Con la animosa marcha La Redención de Cristo y un andar bien acompasado a la música, el misterio se perdía buscando la Gran Plaza.

"MIRA LOS ROMANOS". El otro gran atractivo para los amantes de la novedad venía tras la banda del misterio. La guardia judía la encabezaba Manuel Pérez, pero viéndolo ayer nadie podría asegurar que ese nombre tan común es el de este hombre. La vestimenta, inspirada en los judíos del propio paso, ha sido diseñada por Navarro Arteaga, que ayer disfrutaba ante el paso de su última obra. Aún así, no eran pocas las voces de madres, algunas de acento más bien norteño, que instaban a sus hijos a contemplar, de manera errónea, "a los romanos".

Para culminar la salida del cortejo, algo eclipsada por el cúmulo de novedades, la Virgen del Rosario se presentó a sus fieles con un rostrillo dorado y una peculiar colocación del puñal que despertaron la admiración de los presentes.

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