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El centro era una bulla

La apertura de las tiendas y la llegada de turistas llenaron las calles.

el 07 dic 2009 / 20:14 h.

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La calle Tetuán era un hervidero de personas.
El último y esperado puente del año ha traído a miles de turistas a Sevilla y llevado a miles de sevillanos al centro. Si durante el fin de semana casi no se ha podido andar por las abarrotadas Campana, Tetuán, Sierpes, San Eloy o Plaza del Duque, ayer la tónica fue muy parecida. La diferencia más significativa fue que las tiendas sí estaban abiertas, sobre todo la grandes cadenas.

El día comenzó tranquilo en el centro y hasta el tráfico era muy fluido en Puerta de Jerez, Paseo Colón y Reyes Católicos dirección centro. La excepción fue Baños, atascada durante todo el día con vehículos en dirección a los parking del centro, sobre todo el de la Plaza de la Gavidia.

Otra plaza aledaña, la Concordia, ha sido precisamente uno de los puntos que más atracción ha concentrado estos días. La plaza alberga uno de los escenarios en los que se celebra hasta hoy el I Congreso Nacional de Bandas de Música Procesional.

Baños continuó colapsada todo el día, bloqueando incluso el carril exclusivo para bus y taxi en su cruce con Torneo. Pero fue la excepción. Según informaron fuentes del Centro de Coordinación de Operaciones (Cecop), la Policía Local no tuvo que realizar ninguna actuación para restringir el tráfico en el centro de la ciudad, ni siquiera para regular los accesos.

Los vehículos estaban en otra parte: en los centros comerciales del Aljarafe, como en el Aire Sur, donde se encuentra Ikea. Fuentes de Tráfico informaron, sin embargo, de que las aglomeraciones de coches se estaban produciendo en los accesos a las instalaciones comerciales y "en ningún caso" alcanzaron o afectaron a la circulación de las autovías, donde el tráfico fue "fluido y hasta muy fluido", detallaron las fuentes.

Los colapsos en el Centro eran los que provocaban los peatones. En bares y terrazas y en torno a los artistas callejeros, que este puente han hecho su agosto.

Al menos, en cuanto al público que han conseguido congregar a su alrededor que, en ocasiones, formaban tapones de personas -sobre todo a la llegada de Tetuán a Plaza Nueva y en el primer tramo de la Constitución- que hacían muy difícil la circulación a pie.

Pero la Navidad se acerca, es puente y nadie tiene prisa. Y los turistas, menos todavía. Miles de ellos, sobre todo españoles, han aprovechado para visitar Sevilla estos días de fiesta y de frío soportable. Las colas en los edificios históricos visitables, sobre todo la Catedral y los Reales Alcázares, han sido cuantiosas.

"Hemos venido a Sevilla porque nuestros hijos no la conocían y con el AVE estamos al lado", explica Esteban Romero, que ha venido a la ciudad con su mujer y sus dos hijos, de nueve y doce años. Esta familia madrileña caminaba ayer Sierpes arriba hacia la Campana "en busca de café y pasteles o churros para comenzar la tarde", añade Esteban.

En medio de todo eso vivía ayer su penúltimo día la XXXII edición de la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión, en la Plaza Nueva, una parada de sosiego inevitable para los amantes de la lectura que quieran llevarse alguna rareza a casa.

Y aunque mañana será ya un día de diario normal puede venir la traca final: el partido de Champions entre el Sevilla FC y el Glasgow Rangers traerá a la ciudad a 2.500 hinchas escoceses. Seguro que los bares ya están poniendo a punto sus tiradores de cerveza. Gane o pierda el Rangers, lo van a necesitar.

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