Ficha técnica:
PEGAMO BERA BERA 12 CAJASOL R. CIENCIAS 21
TANTEO: 0-3, m. 4: golpe de Palumbo. 7-3, m. 11: ensayo de Marshall transformado por Larretxea. 7-6, m. 44: golpe de Palumbo. 7-9, m. 58: golpe de Palumbo. 7-14, m. 59: ensayo de Prieto. 7-21, m. 72: ensayo de Gustavo transformado por Palumbo. 12-21, m. 80: ensayo de Astarloa.
PEGAMO BERA BERA: Abanzabalegi, Arbelaitz, Aboitiz, Santamaría, Dacunto, Arrijuria, Lopategi, Hernández, Mirones, Larretxea, Palomares, Marshall, Jaime Martín, Makamaka y Bueno. También jugaron Oliveras, Herbaut, Gorrotxategi, Beñat, Astarloa, Armental y Harper.
CAJASOL R. CIENCIAS: Rocha, Bohórquez, Durán, Bola, Lea, Bresolin, Calvin, Ale Ortega, Arenas, Palumbo, Barrera, Mazo, Corey, Ustarroz y Pibe. También jugaron De Olivera, Ledesma, Luis Vázquez, Juan González, Gustavo, Hattori y Selu.
ÁRBITRO: Paloma Loza (Madrid).
INCIDENCIAS: quinta jornada de la División de Honor. Miniestadio de Anoeta (S. Sebastián).
Cajasol Rugby Ciencias sigue aferrado al liderato de la División de Honor después de su meritorio triunfo en el siempre difícil campo de Anoeta, donde el Bera Bera esperaba para prolongar su racha de dos triunfos consecutivos.
Sin embargo, el mayor poderío físico de la delantera científica terminó por imponerse en un partido en el que ninguno de los dos conjuntos brilló en ataque y que se ensució sobremanera debido a la mala dirección de partido de Paloma Loza, que fue excesivamente permisiva con el juego subterráneo de los donostiarras.
En la primera mitad, las dos delanteras hicieron una tremenda labor de desgaste, que en la continuación premiaría al Cajasol, y la única acción de ataque local terminó con el primer ensayo del encuentro, anotado por el neozelandés Marshall tras una brillante combinación con el otro centro, Jaime Martín.
Los sevillanos sólo pudieron anotar merced a un golpe de castigo de Jeremías Palumbo pero la cortedad del marcador al descanso (7-3) lo dejaba todo abierto para el segundo periodo.Palumbo acortó distancias nada más arrancar pero mucho más importante que ponerse a un solo punto y, poco después, adelantarse con otro chut del hispano-argentino fue la sensación de que el oval tenía un dueño, el conjunto visitante, y que los vascos no iban a olerlo en lo que restaba de partido.
Dominadores en melé y muy molestos en los saques de lateral del adversario, los delanteros científicos fueron minando la moral del Bera Bera, que defendía con ardor aunque consciente de que los ensayos terminarían cayendo, como así fue.
