Para que la riada que provocó dos muertos en Alcalá de Guadaíra el 2 de octubre de 2007 no se repita, Emasesa emprendió obras de recanalización por todo el municipio. El nuevo colector de la calle General Prim acaba de terminarse.
Se trata de facilitar el flujo de aguas pluviales hacia el río Guadaíra sin que se formen balsas como la que convirtió la céntrica calle de la Mina en una trampa, con coches arrastrados como proyectiles y más de dos metros de altura de caudal desbocado.
La principal obra acometida durante los últimos meses fue el citado colector de la calle General Prim, que ya está en funcionamiento desde hace unos días.
Esta vía, una de las avenidas principales de Alcalá de Guadaíra, y que vertebra la circulación desde el centro hasta el norte de la ciudad, llevaba dos meses cortada al tráfico a causa de los trabajos. Es más, por el mismo motivo se han sucedido cortes intermitentes en más de 25 calles de los alrededores.
Las obras del colector comenzaron en octubre de 2007, justo después de la tragedia. En conjunto, las acometidas han supuesto la repavimentación de más de 2.900 metros cuadrados de acerados y 10.100 metros cuadrados de calzada.
Este colector es la pieza central del saneamiento del distrito Norte, y en él se han invertido más de 1,6 millones de euros. Sin embargo y a pesar de sus beneficios, los trabajos no han estado exentos de polémica sobre todo por tratarse de un área eminentemente comercial.
Futuro. Por otra parte, el Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra prevé para este mes el comienzo de las obras del primer tanque de tormentas que se ubicará en el parque Centro del municipio, junto al área de juegos. Permitirá controlar el agua de lluvia que circule hacia el casco antiguo, ya que servirá de almacén. Mientras, Emasesa realiza un estudio sobre la necesidad de nuevos imbornales en la ciudad.
